Los atletas olímpicos son humanos que parecen esculpidos por los dioses. Figuras preciosas adaptadas a sus respectivos deportes que parecen sacados de un cuento de hadas. Sin embargo, detrás de estos cuerpos de élite hay un entrenamiento y una disciplina férreas. Javier Guerrero es docente en Máster Online en Nutrición Deportiva y Entrenamiento de UAX Rafa Nadal School of Sport y uno de los fundadores de INDYA (www.getindya.com). INDYA es una empresa de nutrición deportiva especializada en mejorar el rendimiento deportivo a través de la nutrición y la tecnología. Hemos hablado con él para conocer cómo es la dieta de un atleta olímpico.

¿Con qué antelación deben prepararse los atletas para competir en los JJ.OO? ¿Mantienen la misma dieta de siempre o tienen que cambiar sus hábitos nutricionales para la cita olímpica?

Con mucho tiempo. Hablamos de años. Algunos olímpicos que han participado en Paris ya han empezado la preparación de los próximos JJOO de Los Ángeles en 2028. Su planificación nutricional cambia cada día, ya que en función de su descanso, sus entrenamientos, su ciclo menstrual, su descanso, sus días libres, sus emociones, sus compromisos, sus viajes, etc, su dieta debería cambiar.

Léon Marchand Paris 2024 EFE
Léon Marchand, nadador francés, en los JJ.OO de París 2024. / Foto: EFE

¿Qué deporte requiere de una mayor ingesta de calorías?

La densidad calórica del deportista la determinan muchísimos factores y parámetros. Por ejemplo: su peso, su composición corporal, su metabolismo, la duración de su prueba, la intensidad a la que va a competir, si debe cargar los depósitos antes de la competición o si debe recuperar después de una prueba antes de la siguiente. Es importante entender que los seres humanos no comemos calorías, comemos alimentos que digerimos y a partir de los cuales absorbemos hidratos de carbono, grasas y proteína (entre otras muchas cosas). Y gracias al oxígeno y a nuestro maravilloso metabolismo, se convertirán en energía. Esta energía son las famosas Kcal. En el caso de los ciclistas trabajamos con unas 5.000 - 6.000 Kcal/día y basan esa ingesta en hidratos de carbono principalmente. Si lo traducimos en comida, un atleta de unos 60-65 Kg, puede comer al día en torno a 2 kg de comida. ¡Eso es mucha comida!

En el caso de los ciclistas trabajamos con unas 5.000 - 6.000 Kcal/día y basan esa ingesta en hidratos de carbono principalmente. Si lo traducimos en comida, un atleta de unos 60-65 Kg, puede comer al día en torno a 2 kg de comida

¿En cuántas comidas se debe dividir la ingesta a lo largo del día para los atletas olímpicos?

Depende mucho de los horarios de competición, jornada de descanso y sobre todo, de cómo se haya entrenado los meses previos a los JJOO. Desde 2 ingestas, hasta 8 ingestas. La nutrición de cada atleta es tan única cómo los propios atletas.

¿Hay algún alimento prohibido? ¿Y alguno que se pueda comer sin límite?

Los prohibidos en nutrición sólo deberían ser aquellos alimentos que pueden matarte o hacer que enfermes debido a que tienes una alergia o patología. Es fundamental educar a los atletas para que aprendan a tomar siempre la mejor decisión posible frente a las múltiples opciones que van a tener a la hora de
comer. También que entiendan de nutrición y metabolismo, es decir, lo que pasa dentro del cuerpo, les ayuda a tomar la mejor decisión posible en cuanto a qué alimento deben escoger. Aunque no lo creamos, la pizza puede ser una maravillosa opción y una ensalada puede quitarte una medalla olímpica. Debemos tener claro que todo tiene un límite, ya que es fundamental cuidar nuestro sistema digestivo y nuestra microbiota.

Aunque no lo creamos, la pizza puede ser una maravillosa opción y una ensalada puede quitarte una medalla olímpica

¿Además de los valores nutricionales, se tienen en cuenta factores gastronómicos, como la combinación de sabores, a la hora de elaborar las dietas?

Es fundamental combinar ambas cosas. Si algo no te gusta, no te lo vas a comer. Combinar la ciencia, la tecnología y la gastronomía asegura que el atleta tendrá siempre los nutrientes que necesita en las recetas que más ilusión le hace comer. Es un 'win-win' clarísimo.