El plátano y la banana son dos frutas similares que a menudo llamamos indistintamente. La fruta amarilla de forma alargada tanto puede ser una como la otra y solemos utilizar los dos términos como si fueran sinónimos absolutos. Pero en realidad, llamar plátano a una banana y viceversa es como decirle mandarina en una naranja; se parecen, pero no son iguales. Estas son las diferencias entre las dos frutas.

Diferencias físicas

El plátano y la banana son de color amarillo (verdoso cuando todavía no son maduros) y tienen una forma alargada y ligeramente curva. El plátano, sin embargo, suele ser un poco más encorvado y pequeño que la banana, y acostumbra a tener unas características manchas marronáceas en la piel. La banana, por el contrario, es más grande, recta y tiene la piel más amarilla y uniforme. Estas características visuales nos tendrían que permitir diferenciar, a primera vista, un plátano de una banana. Pero las diferencias no se acaban aquí.

Habitualmente los plátanos que encontramos en el supermercado -que se suelen situar al lado de las bananas para poner a prueba al consumidor en sus habilidades para distinguir ambas frutas- provienen de las islas Canarias

Aparte de lo que se ve a simple vista, las propiedades nutricionales y gustativas de las dos frutas también son diferentes. El plátano es más dulce y aromático, pero tiene menos almidón o sodio. La banana, por su parte, tiene menos potasio y su sabor es ligeramente más suave. Características muy similares en algunos casos (como en la cantidad de fibra), pero que en ningún caso se pueden considerar idénticas.

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¿Sabrías decir qué fruta es esta? ¿Plátano o banana?

Diferentes procedencias

Habitualmente los plátanos que encontramos en el supermercado -que se suelen situar al lado de las bananas para poner a prueba al consumidor en sus habilidades para distinguir ambas frutas- provienen de las islas Canarias. El plátano es la fruta insignia del archipiélago y, aunque viene de territorio insular, en España no deja de ser producto nacional.

Por mucho que la norma general dicte que los plátanos son de Canarias y las bananas no, para poder considerar un plátano como tal no es requisito indispensable que este sea canario.

La banana, por el contrario, acostumbra a importarse de países de la América Latina o África, y se vende en el supermercado con las características físicas mencionadas anteriormente. La procedencia del producto, sin embargo, no determina definitivamente el tipo de fruta del cual se trata. Por mucho que la norma general dicte que los plátanos son de Canarias y las bananas no, para poder considerar un plátano como tal no es requisito indispensable que este sea canario.