En el nuevo libro del doctor estadounidense Richard Restak Cómo prevenir la demencia, el neurólogo y autor reveló que beber alcohol, especialmente en grandes cantidades, regularmente, puede dañar la salud del cerebro. Es una "neurotoxina directa", comparte. De hecho, dado que el alcohol puede ser tan perjudicial para nuestra memoria, sugiere que personas de todas las edades reconsideren su relación con el alcohol. Nos tenemos que preguntar por qué bebemos, comenta. Si la respuesta es "porque el alcohol me ayuda a elevar mi estado de ánimo y reducir mi ansiedad", puede ser que estés en algún peligro, y probablemente será mejor detenerse del todo, reflexiona en su libro.
La edad a partir de la cual dejar de beber alcohol
Aunque "probablemente tienes menos miedo" si tomas vino por motivos de disfrute social o de cata, el neurólogo todavía recomienda un punto de parada de los bebedores. "Sugiero firmemente que a la edad de 65 años o más, se elimine el alcohol de manera completa y permanente de vuestra dieta", dice el Dr. Restak. Según este experto, es fundamental acabar de consumir alcohol antes de los 70 años, ya que a partir de los 65 el cuerpo pierde neuronas a un ritmo acelerado, haciendo que haya que proteger las que quedan: "Es fundamental prescindir del alcohol en una etapa de la vida en que es crucial preservar las neuronas".
¿Por qué 65? Una parte tiene que ver con el riesgo de caer. Aunque es menos un factor de riesgo para el Alzhéimer que fumar intensamente, el Dr. Restak dice que el alcohol todavía puede dañar tu memoria, pero sus efectos pueden ser peores en tus caderas. "El alcohol también se tiene que ver en el contexto de caídas frecuentes entre las personas mayores", dijo el médico.
"Las tasas de mortalidad por caídas están aumentando, especialmente entre los hombres mayores", señala, y añade que las víctimas mortales han aumentado un 30% entre el 2007 y el 2016. Analiza que las caídas son responsables del 70% de las muertes accidentales en personas de 70 años o más. Por lo tanto, es recomendable limitar el consumo después de los 65, sobre todo si "ya está afectado por otros causantes de caídas, como una disminución de la fuerza, atrofia muscular, problemas de equilibrio y la toma de medicamentos. En este caso, beber alcohol puede ser especialmente peligroso".
Sí, hay un tipo especial de demencia que solo proviene del consumo excesivo de alcohol. La enfermedad, conocida como síndrome de Korsakoff, está "marcada por una pérdida grave de memoria reciente" y "es el resultado del efecto directo del alcohol sobre el cerebro", enfatiza el Dr. Restak. Eso es a causa del hecho de que los niveles de tiamina se reducen, lo que significa que "en una hora, un bebedor intenso que funciona normalmente puede confundirse, perder el equilibrio, hundirse y caer. El más afectado es el recuerdo de los acontecimientos recientes", concluye el médico.