El cava, como el champán y otros vinos espumosos, es una de las bebidas más emblemáticas para celebrar ocasiones especiales, especialmente durante las fiestas navideñas. Después del brindis, es común que algunos coloquen una cucharilla al revés en el cuello de la botella abierta con la esperanza de que conserve el gas y no pierda su característico burbujeo. Sin embargo, este truco tan popular no tiene ninguna base científica y, en realidad, no sirve para nada.
¿Funciona realmente el truco de la cucharilla en la botella de cava?
El gas que da vida a las burbujas del cava, conocido como CO₂, es un fluido que, una vez abierta la botella, se escapa inevitablemente. Aunque colocar una cucharilla puede parecer un método ingenioso, no tiene capacidad alguna para impedir la fuga del gas. Esto se debe a que el CO₂ se libera por la falta de presión en la botella, un proceso que no se detiene con la simple presencia de una cucharilla en el cuello.
Cómo conservar el gas del cava correctamente
Para evitar que una botella de cava pierda su efervescencia, es imprescindible recurrir a métodos más eficaces. La mejor solución es utilizar un tapón hermético, especialmente diseñado para sellar las botellas de vinos espumosos. Este tipo de tapones, que suelen incluir un sistema de válvula, ayudan a mantener la presión interna de la botella, lo que retrasa la pérdida del gas.
Guardar la botella en el frigorífico es otra medida clave
Además, guardar la botella en el frigorífico es otra medida clave. El frío reduce la pérdida de compuestos volátiles, incluidos los gases, porque disminuye su movimiento y solubilidad. Por tanto, conservar la botella bien cerrada y a baja temperatura es la combinación ideal para que el cava mantenga su frescura y burbujas durante más tiempo.
Unas burbujas que no duran para siempre
Aunque los tapones herméticos y el frío pueden prolongar la efervescencia del cava durante unos días (entre 3 y 5 como máximo), es importante tener en cuenta que, una vez abierta la botella, es inevitable que el gas se vaya perdiendo con el tiempo. A pesar de ello, estos métodos garantizan que puedas disfrutar de una copa de cava burbujeante en los días posteriores al brindis. Si planeas abrir una botella de cava en tus celebraciones, asegúrate de tener un buen tapón hermético a mano y guárdala en la nevera. Y en cuanto a la cucharilla, mejor destínala al postre, ya que, aunque sea un truco muy extendido, no tiene ningún efecto práctico en la conservación del gas. Así, tus brindis siempre estarán a la altura de las celebraciones.