Como la fruta entera, el zumo de naranja está compuesto aproximadamente por 10 por ciento de azúcares naturales procedentes de la propia fruta (fructosa, sacarosa, y glucosa) y el 90 por ciento restante es agua, vitamina C, folato, potasio y otras vitaminas, minerales y fitonutriente.

Un vaso de zumo de naranja contiene más del 50 por ciento de la ingesta diaria recomendada de vitamina C, y tan sólo contribuye al 3 por ciento de las calorías diarias en la dieta.

En concreto, la vitamina C ayuda a reducir el cansancio y la fatiga y es un protector natural. Su consumo mejora la absorción de hierro procedente de fuentes distintas de la carne y, además, es esencial para la estructura de los huesos, cartílagos, músculos y vasos sanguíneos, y ayuda a mantener los capilares y las encías.

Naranjas
Naranjas / Fuente: Unsplash

Un vaso de zumo de naranja contiene más del 50 por ciento de la ingesta diaria recomendada de vitamina C

¿Cuál es su función en nuestro organismo?

Según la Fundación española de corazón: La vitamina C actúa como un potente antioxidante. Tiene un papel importante en la síntesis de colágeno, en la cicatrización de las heridas, en la función inmune y en la síntesis de neurotransmisores.

¿Y cuáles son las consecuencias de su déficit?

Debilidad, irritabilidad, adelgazamiento, mialgias y artralgias generalizadas. En los casos más graves estos síntomas evolucionan hasta el Escorbuto (empobrecimiento de la sangre, manchas lívidas, ulceraciones en las encías y hemorragias), enfermedad más común en países en vías de desarrollo.

A continuación, debemos concretar a dónde “se van las vitaminas”. Las vitaminas del zumo de naranja recién exprimido se oxidan al entrar en contacto con el aire. La oxidación es una reacción química en la que la sustancia oxidada pierde electrones, donándoselos a otra especie que se reduce. Y esto es precisamente lo que ocurre con la vitamina C. La vitamina C, también denominada ácido ascórbico, se oxida en presencia de aire y/o luz a ácido dehidroascórbico.

Un popular experimento que realizó Alberto Chicote en uno de sus programas de televisión demostró que la vitamina C tarda en oxidarse hasta 12 horas. Curioso, ¿verdad?

Zumo Naranja
Zumo Naranja / Fuente: Unsplash

¿Pero por qué decimos que es un mito?

Porque nuestro cuerpo tiene la capacidad de convertir esta vitamina oxidada en vitamina C de nuevo, y utilizarla como tal. Es decir, pese a que la vitamina C del zumo se oxide completamente, al cabo de unas doce horas, la forma oxidada es igual de aprovechable.

Ojo, estamos hablando de la situación típica en cualquier hogar: exprimir una naranja y mantener el zumo a temperatura ambiente hasta que alguien decida beberlo. Y recalcamos esto, porque la verdadera manera de que el zumo pierda la vitamina C es sometiéndose a altísimas temperaturas, de al menos 100 grados, que consigan descomponer irreversiblemente esta molécula.

Así que la próxima vez que alguien te “amenace” con la pérdida de vitaminas, ten en cuenta que puedes guardar el zumo y seguir disfrutando de todos sus beneficios para el organismo.