Las sardinas son un manjar espectacular, pero cocinarlas en casa puede convertirse en un auténtico desastre si no se hace bien. Muchos han probado a hacerlas en la air fryer con la esperanza de evitar los olores intensos y el humo de la sartén o la parrilla, pero el resultado puede ser desastroso si se comete un error clave. El creador de contenido y colaborador de La Gourmeteria, Jordi Àvila, explicó recientemente en 3Cat que hay un detalle fundamental que casi nadie tiene en cuenta: la mayoría de las freidoras de aire tienen una pequeña chimenea, que es en realidad su sistema de extracción, y esta debe encenderse unos cuatro o cinco minutos antes de empezar a cocinar. Si no se hace, el olor a sardina se quedará atrapado en la cocina durante horas e incluso impregnará la freidora, lo que puede arruinar futuras preparaciones con otros alimentos. Este pequeño gesto marca la diferencia entre una experiencia cómoda y un desastre absoluto.
El error de cocinar sardinas en una air fryer
Además, hay que recordar que la sardina es un pescado graso, y cuando se cocina en la air fryer, la grasa que suelta se calienta rápidamente y puede generar humo si no se ha activado correctamente la extracción. Es un error común creer que la freidora de aire no genera olores, pero la realidad es que, si no se usa correctamente, puede ser incluso peor que una sartén. El truco está en preparar la máquina antes de poner las sardinas dentro, dejando que el extractor haga su trabajo desde el primer momento. Así, se eliminan gran parte de los olores y se evita que el interior de la freidora quede con restos de grasa pegajosa difíciles de limpiar.

Otro aspecto clave es la temperatura y el tiempo de cocción. Muchos cometen el error de poner las sardinas a máxima potencia pensando que quedarán más crujientes, pero lo único que consiguen es que la grasa se queme rápidamente y genere más olor. Lo ideal es cocinarlas a una temperatura media-alta, alrededor de 180-190 °C, durante unos 7-10 minutos, dependiendo del tamaño del pescado. También es recomendable colocarlas sobre papel de horno perforado para evitar que la grasa caiga directamente a la base y genere más humo del necesario.
Si se siguen estos pasos, la air fryer puede ser una gran aliada para disfrutar de unas sardinas sin complicaciones, sin necesidad de encender la parrilla ni de llenar la cocina de humo. Pero si se ignora el detalle del extractor, lo más probable es que el experimento termine en arrepentimiento. Como bien dijo @jordixavila, lo importante no es solo saber cocinar, sino entender cómo funciona cada aparato para sacarle el máximo partido.