Pasear por Barcelona y oír hablar en catalán es cada vez más difícil. Pero entrar en una cafetería o un restaurante y que te atiendan directamente en catalán ya es toda una rareza. La regresión en el uso del catalán en la capital de Catalunya es una realidad innegable que tiene consecuencias en el sector de la restauración. Algunos establecimientos, para disimularlo, adaptan sus cartas del castellano al catalán, pero lo hacen sin el asesoramiento profesional necesario de un traductor. Utilizar los traductores automáticos es muy fácil y muy barato hasta que aparecen errores garrafales como los que te explicamos a continuación. Estos son algunos de los que ha recopilado la cuenta de 'X' (antiguo Twitter) @etfelicitofill.

Errores en cartas de restaurantes

"Miel y mató"

El primer error es un claro descuido en la revisión de una traducción hecha con un traductor automático. Un error que a un traductor profesional no se le hubiera escapado y que demuestra el menosprecio hacia el oficio y hacia la lengua. En unos postres de "miel y mató", la traducción de "mató", en vez de hacer referencia al queso, se traduce como si se tratara de un verbo conjugado en castellano.

"Vegetal de polla"

Otro caso curioso es el de un ticket de restaurante en que se especifica que el producto a cobrar es un "vegetal de polla", una traducción poco acertada para referirse a un bocadillo "vegetal de pollo". Un detalle que parece mínimo, pero que marca una gran diferencia en el significado de la palabra.

"Crema catana"

Seguramente serían los postres más peligrosos del recetario tradicional catalán. El tercer error es el descuido de una letra que cambia completamente el significado de una palabra. Un error que todavía podríamos perdonar en un texto largo, pero que se nota, y mucho, si la pones en mayúsculas y acompañado de una fotografía.

"Coneixet"

No sabemos qué ha tenido que pasar aquí para que "conejillo" se transforme en "coneixet". Una distorsión seguramente enrevesada que ha llevado a este supermercado a etiquetar mal un producto alimenticio. Y es que si hasta ahora hemos hablado de restaurantes, cartas y tickets, los supermercados tampoco se libran de los errores ortográficos en catalán.

"Arroz con cubana"

Acabamos el repaso de errores con un minúsculo cambio que cambia el tono y el significado de qué se ofrece en esta carta. No es lo mismo un "arroz a la cubana" que un "arroz con cubana". Está claro que por el contexto la gente entenderá que, independientemente del error que haya, nos referimos al plato de arroz hecho con tomate, huevo frito y plátano frito, pero el significado de lo que pone es innegable, y ningún error se tendría que tolerar en ningún sitio.

Pueden parecer errores pequeños, pero todos contribuyen al deterioro del catalán. No se tiene que perseguir ni señalar a nadie por utilizar el idioma ni por intentar hacerlo cada vez mejor, pero con el fin de mejorar el estado de salud de la lengua, conviene hacer pedagogía e insistir en cómo se tendrían que hacer las cosas para que, poco a poco, podamos ir revirtiendo la situación.