El perfil nutricional de los alimentos es una cuestión que cada vez preocupa a más consumidores, pues es evidente que los cambios en la producción de alimentos conllevan también la modificación de su perfil nutricional, aunque este término puede tener distintas aplicaciones, básicamente hace referencia a la composición de macronutrientes y micronutrientes de los alimentos. El pescado en este sentido siempre está en el punto de mira, y es por ello que hemos querido poner la lupa en dos de los más consumidos: la corvina y la lubina.

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Pescado / Foto: Unsplash

Propiedades de la corvina

Las propiedades de la corvina son poco conocidas. Lo cierto es que es un pescado muy valorado tanto por sus propiedades nutricionales y beneficios para la salud como por sus múltiples posibilidades gastronómicas.

Vitaminas y proteínas de alto valor biológico:

La corvina es un pescado blanco que tiene un porcentaje de grasa que no supera el 2,5% y el aporte calórico por 100 g es bajo. Es un pescado rico en proteínas y vitaminas como la niacina (B3) que ayuda al funcionamiento del aparato digestivo, la reparación de la piel y los nervios; la piridoxina (B6) ayuda al correcto funcionamiento de las enzimas y al desarrollo cerebral durante el embarazo e infancia; la vitamina B12 contribuye a la formación de los glóbulos rojos, el metabolismo de las células y la producción de ADN; y en menor cantidad, también destaca por el aporte de vitamina D y E. Además contiene ácidos grasos omega-3 beneficiosos para el sistema cardiovascular.

El perfil nutricional de los alimentos es una cuestión que cada vez preocupa a más consumidores

En cuanto a minerales, su consumo supone un aporte importante de selenio que desarrolla funciones antioxidantes, además de intervenir en el metabolismo de los lípidos. En menor medida, también destacan el fósforo y el calcio. El fósforo tiene efecto en los órganos más importantes como el cerebro, el corazón y los riñones. Contribuye, por ejemplo, en la formación de proteínas, el control hormonal, el metabolismo y la formación de los huesos, entre muchos otros procesos. El calcio contribuye a la coagulación de la sangre y al correcto funcionamiento del corazón, los músculos y los nervios, además de la formación y reparación de los huesos.

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Pescado / Foto: Unsplash

Propiedades de la lubina

La lubina es un pescado blanco de carne delicada con uno de los niveles más bajos de grasa (alrededor de 85 calorías cada 100 gramos). Es una fuente importante de vitaminas, minerales y proteínas que la vuelven indispensable en cualquier dieta. Entre ellas, las más importantes son: el potasio, fósforo y hierro. También, en menor medida, encontramos sodio y magnesio.

El potasio y el fósforo ayudan al correcto funcionamiento del sistema nervioso, y de los músculos, el hierro, en cambio, participa de la generación de hemoglobina, que son las proteínas que transportan el oxígeno en la sangre. El magnesio, además de participar en el funcionamiento de los intestinos, músculos y nervios, también forma parte de los huesos y dientes.

Entre las vitaminas, predominan las del grupo B que tienen gran importancia porque intervienen en la formación de hormonas, en la síntesis de material genético o en los procesos nerviosos. Su consumo está recomendado por la OMS por la alta calidad de sus vitaminas y minerales. En resumen, como ves, ambos pescados son más que saludables para incluirlos en tu dieta, y lo más aconsejable es alternarlos para que tu organismo se beneficie de todo lo que estos alimentos le pueden aportar.