Si hablamos de historia de la cocina catalana, hay un libro que sobresale por encima del resto: el Llibre de Sent Soví, un recetario medieval escrito en catalán en el año 1324 que no solo es el más antiguo de su tradición, sino también el primer recetario europeo escrito en una lengua distinta del latín. Su autor es anónimo, pero su influencia ha sido inmensa. Contiene 72 recetas de la época, muchas de ellas basadas en la cocina mediterránea y con claras influencias romanas, árabes y judías. Hoy en día solo se conservan dos ejemplares de este tesoro gastronómico: uno en la Universidad de Valencia y otro en el CRAI de la Universidad de Barcelona. Este último, además, puede consultarse digitalmente, lo que permite a los estudiosos y curiosos acceder a un testimonio culinario único.
El libro de recetas catalán más antiguo del mundo
Durante siglos, el Sent Soví fue una obra de referencia. De hecho, parte de sus recetas fueron copiadas en importantes recetarios italianos del siglo XV, como el Libro di arte coquinaria, que incluso llega a afirmar que los cocineros catalanes eran los mejores del mundo. En estas copias, las recetas del Sent Soví sirvieron de base para que la cocina catalana influyera en otras tradiciones del continente. Con el tiempo, se descubrió que existían dos versiones manuscritas del libro: una más corta y más antigua, conservada en Valencia y considerada la versión original; y otra mucho más larga, localizada en Barcelona, que hoy se conoce como Llibre de totes maneres de potatges de menjar, con más de 200 recetas.

Entre los ingredientes más habituales del Sent Soví destacan el pescado, sobre todo el azul y los crustáceos, las carnes de corral, el cerdo y la caza, además de productos como el azafrán, la pimienta negra, la leche de almendras y el vinagre de sidra o zumo de naranja amarga. No hay tomate ni patata, como es lógico, ya que estos ingredientes no llegaron a Europa hasta siglos más tarde. También aparecen técnicas como el escabeche y platos que todavía hoy forman parte del recetario catalán, como los bunyols, las panades, el menjar blanc o el flaó.

Parte de sus recetas fueron copiadas en importantes recetarios italianos del siglo XV
El Llibre de Sent Soví no es solo una joya literaria o histórica: es un puente entre la tradición y el presente culinario, una obra que aún hoy nos habla del gusto medieval por mezclar lo dulce y lo salado, por la precisión en la cocina y por el uso de productos de proximidad y temporada. Una reliquia viva que, pese a sus siete siglos, sigue inspirando.