¿Alguna vez te has sentido hinchado después de tomarte una caña? Pues quizá no sea solo culpa de la cerveza, sino de cómo te la han servido. El creador de contenido @Abrigaca2 se ha hecho viral en YouTube por explicar de forma sencilla y visual algo que muchos pasamos por alto: tirar bien una caña no es solo una cuestión de estética o costumbre, también tiene un impacto directo en nuestro cuerpo. En uno de sus vídeos, comenta que ha oído hablar de las diferencias entre cómo se sirve una cerveza en España y cómo lo hacen en Alemania. Intrigado, decide mostrarnos un fragmento en el que un camarero alemán explica su técnica: siempre tiran la cerveza desde arriba y con la menor cantidad de espuma posible. Parece contradictorio si pensamos en la clásica caña española con su dedo justo de espuma, pero el vídeo tiene una sorpresa reveladora que hace que te replantees todo lo que sabes sobre este ritual tan nuestro.
Qué pasa en tu estómago si te tira una caña de cerveza un alemán
El camarero alemán sirve dos cervezas, una con su técnica germánica y otra a la manera española. A continuación, coloca una pajita en cada copa y la atraviesa hasta el fondo, simulando lo que ocurre en nuestro estómago cuando bebemos. En la caña servida al estilo español, la espuma comienza a subir de forma explosiva, liberando todo el gas acumulado en cuestión de segundos. Según él, eso es justo lo que pasa dentro de nuestro cuerpo: el CO₂ retenido en la cerveza se libera bruscamente al entrar en contacto con la temperatura corporal, lo que provoca esa sensación de pesadez e hinchazón. En cambio, al introducir la pajita en la cerveza servida a la alemana, no pasa nada. La espuma se mantiene, el líquido está mucho más calmado y, por tanto, también lo estará nuestro sistema digestivo.
@Abrigaca2 repite el experimento con sus propias manos, reproduciendo ambos métodos de tiraje. Y, para sorpresa de nadie, obtiene el mismo resultado que el camarero alemán. La caña española estalla en espuma con la pajita y la otra se mantiene serena. Su conclusión es clara: a partir de ahora, siempre la servirá así, desde arriba y dejando que el gas se libere en el vaso, no en su estómago. Porque más allá del sabor o la presentación, lo que realmente importa es cómo nos sienta. Así que la próxima vez que un alemán te tire una caña, dale las gracias: te está haciendo un favor que tu barriga notará.

Cuando el líquido está más calmado, también lo estará en nuestro sistema digestivo
Y no, no se trata de traicionar nuestras costumbres ni de renunciar a la mítica caña del bar de siempre. Se trata de entender que, a veces, un pequeño cambio puede marcar una gran diferencia. Si con solo modificar el ángulo del tiraje evitamos molestias estomacales, ¿por qué no probarlo? Quizá la próxima vez que pidas una cerveza, mires al camarero de otra manera… o incluso le sugieras el método alemán.