La gastronomía catalana es una de las más ricas y variadas de la península ibérica, con una combinación de productos del mar y la montaña que ha dado lugar a platos emblemáticos. Desde sus caldos y guisos hasta sus embutidos y dulces, Catalunya ofrece una cocina que combina tradición e innovación. Sin embargo, no todos los platos gozan del mismo reconocimiento. TasteAtlas, una plataforma que recopila y valora recetas de todo el mundo según la opinión de los usuarios, ha elaborado una lista con los 24 platos catalanes peor valorados. Aunque muchas de estas recetas son imprescindibles en la mesa catalana, sus puntuaciones revelan que no convencen a todos los paladares.

Los 24 platos catalanes peor valorados

Encabezando la lista con la puntuación más baja se encuentran las faves a la catalana, un guiso de habas con butifarra negra, panceta y vino blanco. A pesar de ser un plato tradicional, su textura y sabor pueden resultar pesados para algunos. Le siguen las boles de picolat, albóndigas de cerdo y ternera en una salsa con aceitunas y setas, y el bacallà a la llauna, una receta barcelonesa en la que el bacalao se cocina con ajo, pimentón y aceite de oliva. Ambos platos son clásicos en Cataluña, pero parece que no han logrado una gran aceptación entre los votantes de TasteAtlas.

Cloïses amb vi blanc / Foto: Unsplash
Cloïses amb vi blanc / Foto: Unsplash

En el apartado de mariscos y pescados, encontramos las cloïsses amb vi blanc, una receta sencilla de almejas cocinadas con vino blanco, ajo y perejil, que quizás haya sido valorada a la baja por su falta de complejidad. También aparecen el suquet de peix, un guiso marinero con pescado y patatas, y la paella catalana, una versión de la famosa paella valenciana que en Cataluña se suele preparar con carne y marisco. Además, la esqueixada, una ensalada fría de bacalao desalado con tomate, cebolla y aceitunas, también ha recibido una puntuación baja, probablemente por el intenso sabor del bacalao crudo, que no gusta a todo el mundo.

Entre los platos de carne y embutidos, destaca la sorprendente inclusión de la butifarra, uno de los productos más emblemáticos de Cataluña. También aparecen en la lista el trinxat, un plato de invierno a base de col, patata y panceta, y los cargols a la llauna, caracoles asados con hierbas, que, aunque son muy apreciados por algunos, siguen siendo un plato divisivo. Otros platos cárnicos en la lista incluyen los canelons a la catalana, típicos de las celebraciones navideñas, y los fideus a la cassola, un guiso de fideos con carne y sofrito que se diferencia de la fideuá valenciana en su preparación y presentación.

Butifarra / Foto: Unsplash
Butifarra / Foto: Unsplash

En cuanto a los vegetales y acompañamientos, la lista incluye la samfaina, un sofrito de verduras similar al pisto, y las espinacas a la catalana, salteadas con pasas y piñones, una combinación dulce y salada que no parece haber convencido a muchos. También aparece el pa de pagès català, un pan rústico con indicación geográfica protegida que, a pesar de su calidad, ha recibido una valoración moderada, y sin olvidar el xató, una ensalada clásica.

Los postres y dulces también han sido objeto de escrutinio en esta clasificación. Los carquinyolis, unas galletas crujientes de almendra similares a los biscotti italianos, y el xuixo, un pastel relleno de crema típico de Girona, han sido valorados con puntuaciones bajas, probablemente debido a su textura o dulzura. También aparecen la mona de Pasqua, el tradicional pastel de Pascua decorado con figuras de chocolate, y los panellets, pequeñas bolitas de mazapán cubiertas de piñones que se comen en la festividad de Todos los Santos. Además, el postre de músic, una sencilla combinación de frutos secos y frutas deshidratadas servida con licor dulce, parece haber sido considerado demasiado simple en comparación con otros postres más elaborados.

Los postres y dulces también han sido objeto de escrutinio en esta clasificación

Por último, también encontramos las neules, barquillos finos y crujientes que suelen acompañar el cava en las celebraciones navideñas, y la coca de Sant Joan, un bizcocho festivo decorado con frutas confitadas y piñones, que, a pesar de su importancia en la noche más corta del año, no ha logrado una puntuación alta.