La alimentación infantil es crucial para el desarrollo adecuado de los niños, ya que influye directamente en su crecimiento físico, desarrollo cognitivo y bienestar general. Existen cuatro nutrientes esenciales que no pueden faltar en la dieta de los niños: proteínas, carbohidratos, grasas saludables y vitaminas y minerales.

La alimentación infantil es crucial para el desarrollo adecuado de los niños

Proteínas: Las proteínas son los bloques fundamentales para el crecimiento y la reparación de tejidos en el cuerpo, incluidos músculos, piel, órganos y el sistema inmunológico. En la infancia, el organismo está en constante desarrollo, lo que hace que las proteínas sean esenciales. Además, las proteínas contribuyen a la producción de enzimas y hormonas necesarias para diversas funciones biológicas. Fuentes ideales para los niños incluyen carnes magras, huevos, pescado, productos lácteos, legumbres y frutos secos. Incorporar suficientes proteínas en la dieta ayuda a asegurar que los niños crezcan de manera saludable y se mantengan enérgicos.

Los frutos secos se deben introducir desde pequeños / Foto: Unsplash

Carbohidratos: Los carbohidratos son la principal fuente de energía del cuerpo, especialmente para los niños que están en constante movimiento y actividad física. Además, son esenciales para el correcto funcionamiento del cerebro, ya que las neuronas dependen de la glucosa como fuente de energía. Los carbohidratos complejos, como los cereales integrales, frutas, verduras y legumbres, son preferibles a los carbohidratos simples, que se encuentran en los productos azucarados. Al consumir carbohidratos complejos, los niños obtienen energía de forma sostenida y estable, lo que favorece la concentración y el rendimiento físico.

Los carbohidratos son la principal fuente de energía del cuerpo

Grasas saludables: Aunque a menudo se asocian negativamente con la dieta, las grasas son indispensables para el desarrollo infantil. En particular, las grasas insaturadas, como las que se encuentran en el aguacate, aceite de oliva, pescados grasos (como el salmón) y nueces, son cruciales para el desarrollo cerebral y nervioso. Además, las grasas ayudan a absorber vitaminas liposolubles, como las vitaminas A, D, E y K, que son necesarias para la salud de los ojos, huesos y el sistema inmunológico.

Salmón, un alimento con grasas saludables / Foto: Unsplash

Vitaminas y minerales: Entre los micronutrientes esenciales, destacan el calcio, el hierro, el zinc y las vitaminas A, C y D. El calcio es vital para el desarrollo de huesos y dientes fuertes, mientras que el hierro es necesario para el transporte de oxígeno en la sangre y el desarrollo cognitivo. La vitamina D facilita la absorción del calcio, y la vitamina C fortalece el sistema inmunológico y promueve la cicatrización de heridas. Las frutas, verduras, productos lácteos y carnes magras son excelentes fuentes de estos micronutrientes esenciales.