¿Cada vez que vas a un restaurante oriental terminas pidiendo un tenedor porque te es imposible apañarte con los palillos? Además, ¿esto te da un poco de vergüenza y te sientes frustrado porque parece que eres la única persona que no es capaz de comer con los clásicos palillos? Sigue leyendo y podrás tachar un nuevo reto de tu lista.

Los trucos secretos para comer con palillos

Hace tiempo que se comercializan unas especies de gomas para ayudar a los más pequeños de la casa a aprender a manejarse. El problema de este invento es que suele ser un poco cantoso. Entre las formas de animales que suelen tener y los colores chillones que eligen, es difícil pasar desapercibido al sacar uno de esos del bolso y empezar a utilizarlo. Por muy discreto que seas.

Algunos trucos para comer con palillos / Foto: Pixabay

Pero aquí va la solución. Un truco inspirado en esos artilugios, pero adaptados a la vida adulta, es decir, mucho más discretos. Solo necesitas una servilleta de papel. Si estás en un restaurante más elegante y tienes una servilleta de tela, no te agobies, siempre puedes sustituirlo por un pañuelo de papel.

Extiéndelo sobre la mesa en forma horizontal y coloca los palillos encima también en horizontal y con los extremos superiores separados por un dedo, más o menos. Enrolla la servilleta como si los envolvieses y asegúrate que quedan bien sujetos. Dobla los palillos y notarás como quedan unidos por la servilleta, tal y como quedan con el invento para los niños, pero mucho menos estridente.

Segundo nivel

Cuando llevas ya un tiempo manejando los palillos y logras no llenar todo de arroz ni que las gyozas salgan volando, es hora de pasar al siguiente nivel. El truco principal y la base para lograrlo es coger los palillos por la parte ancha. Tendemos a cogerlos por abajo porque creemos que así tenemos más control sobre lo que cogemos, pero no es así.

Otro consejo es colocar el inferior en el espacio existente entre el pulgar y el índice y no moverlo. Ese palillo siempre es fijo y puedes confiar en el meñique para bloquearlo. Por su parte, será el superior el que haga todo el trabajo. Este debe estar situado en las yemas del índice y el pulgar, siempre en paralelo al palillo inferior. Empieza con platos que estén compuestos de trozos medianos para que sea más fácil pinzarlos y llevarlos hasta la boca. Y recuerda, todo es práctica.

Los palillos se inventaron antes que el tenedor / Foto: Pixabay

¿Por qué los palillos? Esta pregunta te la harás cada vez que se te caiga algo de comida y tiene una respuesta. O varias, dependiendo de las fuentes. Pero la más extendida es que los palillos se inventaron mucho antes que el tenedor y cuando nuestros cubiertos tradicionales llegaron a la antigua China, estos estaban tan acostumbrados a sus palillos que decidieron seguir igual.

Además, la forma de cocinar de los asiáticos no entra en conflicto con los palillos, ya que sirven todo en trozos pequeños.  Esto no sería posible con nuestro recetario, en el que abundan los guisos de cuchara o se sirve la carne en un filete que el comensal corta a medida que come. Nuestra suerte hoy es poder darnos el lujo de comer con cuchara un buen guiso y cenar un poco de sushi con unos palillos. Lo mejor de cada casa.