Un estudio de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) revela que la mayoría de niños catalanes toma meriendas poco saludables. El estudio, liderado por el grupo de investigación FoodLab de la UOC, se ha publicado en la revista Nutrients y concluye que gran parte de las meriendas que toman los niños en Catalunya contienen un exceso de azúcares y productos ultraprocesados. Unos resultados que siguen la línea de estudios llevados a cabo en el resto de España y en otros países desarrollados.

Un problema de salud

El estudio ha analizado 2.163 meriendas de 734 familias catalanas con niños de entre 3 y 12 años. De todas las comidas analizadas, el 42% consistía en bocadillos, el 24% en bollería, el 14% en fruta y el 6% en una combinación de fruta y bollería. De entre todas las analizadas, solo el 22% de las meriendas se podían considerar saludables, es decir, que seguían las recomendaciones de las autoridades sanitarias y de los expertos en nutrición infantil.

"La evidencia científica nos informa de que un desequilibrio nutricional recurrente en el tiempo puede tener consecuencias para la salud"

Nadia San Onorfe, investigadora de FoodLab y profesora de la UOC, explica que "aunque en esta investigación no hemos estudiado los efectos de estas dietas, la evidencia científica nos informa de que un desequilibrio nutricional recurrente en el tiempo puede tener consecuencias para la salud a corto y largo plazo, así como afectar al crecimiento y el desarrollo". Añade que "es esencial desarrollar programas de educación alimentaria para mejorar la calidad de la merienda desde la primera infancia y considerarlo una oportunidad para ajustar las necesidades dietéticas diarias de los niños y niñas de España".

Cómo revertir la situación

Con las conclusiones que nos aporta el estudio, la pregunta que nos viene a la cabeza es cómo revertir la situación para conseguir mejorar la salud nutricional de los niños. Algunas de las claves que explican un grupo de expertas de la UOC (Nadia San Onorfe, Alicía Aguilar Martínez y Anna Bach Faig) son:

  • Incluir una amplia variedad de productos vegetales frescos o poco procesados, como frutas, verduras, legumbres, cereales, fruta seca y aceite de oliva y priorizar los que sean de temporada y de producción local.
  • Limitar el consumo de alimentos proteicos. En el caso de los lácticos, se recomienda consumirlos sin azúcares añadidos.
  • Comer menos alimentos con azúcares añadidos, grasas y sal, especialmente los ultraprocesados, bollería y bebidas azucaradas.
  • Tomar agua siempre como bebida principal.

Unas recomendaciones sencillas que pueden ayudar a la salud de los niños. Aunque la merienda es una de las comidas menos estudiadas, es tanto o más importante que el resto de comidas del día. Además, hay que tener precaución porque suele ser la comida en que se consume alimentos menos sanos, con los ultraprocesados y las bebidas azucaradas, pero también los embutidos, como alimentos estrella.