La expresión “comer por los ojos” no es simplemente un dicho coloquial; tiene un fundamento científico que revela cómo la apariencia de los alimentos puede influir significativamente en nuestra percepción y comportamiento alimentario. La estética de los alimentos no solo juega un papel en la primera impresión, sino que también impacta en nuestra cognición y comportamiento a la hora de comer.

Expresiones culinarias

Desde una perspectiva evolutiva, la capacidad de identificar alimentos atractivos y frescos ha sido crucial para la supervivencia. Nuestro cerebro está diseñado para responder a estímulos visuales, y la apariencia de la comida puede activar el sistema de recompensa en el cerebro, que se asocia con la liberación de dopamina, un neurotransmisor relacionado con el placer y la satisfacción. Este proceso comienza antes incluso de que el alimento toque nuestro paladar. La vista de un plato bien presentado puede aumentar nuestra anticipación y predisposición a disfrutar de la comida.

Alimentos apetecibles / Foto: Unsplash

La investigación en psicología y neurociencia ha mostrado que la presentación de los alimentos puede influir en nuestras elecciones alimentarias y en la percepción del sabor. Un estudio publicado en el "Journal of Sensory Studies" demostró que los alimentos visualmente atractivos son percibidos como más sabrosos y satisfactorios. La forma en que se presenta un plato puede alterar la forma en que lo percibimos en términos de frescura y calidad. Por ejemplo, un plato con colores vivos y una disposición ordenada es más probable que estimule el apetito y genere una experiencia más placentera.

La estética también puede afectar la cantidad de comida que consumimos. La investigación ha encontrado que los platos decorados de manera atractiva pueden llevar a las personas a comer más lentamente y disfrutar más del proceso de comer. La atención a los detalles visuales de la comida puede aumentar la satisfacción y reducir la velocidad con la que comemos, permitiendo que nuestro cuerpo registre mejor la saciedad.

La estética también puede afectar la cantidad de comida que consumimos

Además, el impacto de la estética de los alimentos no se limita solo al disfrute personal. En entornos como restaurantes y presentaciones de alimentos, la apariencia de un plato puede influir en la percepción del valor y la calidad. Los chefs y restauradores utilizan técnicas de presentación para crear una experiencia gastronómica memorable que no solo apela al gusto sino también a la vista.

Puedes optar por alternativas saludables / Foto: Unsplash

Como ves, la expresión “comer por los ojos” tiene un respaldo científico que subraya cómo la estética de los alimentos puede tener un impacto relevante en nuestra cognición y comportamiento alimentario. La presentación visual no solo afecta nuestra percepción del sabor y la calidad, sino que también puede influir en la cantidad de comida consumida y en la satisfacción general. Al comprender la importancia de la estética en la alimentación, podemos apreciar mejor cómo un simple cambio en la presentación de los alimentos puede transformar nuestra experiencia culinaria.