En estos días, previos a la festividad de San Juan (24 de junio), aparece en nuestro mercado la Pera de San Juan, ese fruto pequeño, dulce, crujiente y jugoso que nos deleita de forma temprana, pero menos tiempo del que nos gustaría, esta variedad de pera tiene una corta presencia en el mercado de aproximadamente 30 o 40 días.
La pera de San Juan, también llamada pera Castell, pera sanjuanera o pera ‘carmesina’ en la Ribera del Ebro, es muy apreciada en Catalunya, precisamente recibe el nombre de la festividad de San Juan porque es cuando está en su momento óptimo. También en Canarias tienen un buen cultivo de estas peras.
Las peras de San Juan son de pequeño calibre (como los albaricoques por tener una orientación quienes no las conozcáis) tienen una piel verde amarillenta y con chapas rojas cuando están maduras. Su pulpa es blanca, firme y muy crujiente, jugosa y dulce, es una de esas frutas ante las que nadie se puede resistir, porque enganchan.
Además de poder comer las peras de San Juan a mordiscos, podemos hacer con ellas distintos postres o guarniciones
Estas peras (Pyrus communis) parece que son oriundas del Baix Llobregat y Lleida, aunque su cultivo se ha extendido a muchas otras zonas del país, por eso fácilmente podréis encontrarla en vuestra frutería. A nosotros nos encantan, y a los niños también, las peritas de San Juan son precisamente una de las frutas que con más facilidad comen los pequeños.
Además de poder comer las peras de San Juan a mordiscos, podemos hacer con ellas distintos postres o guarniciones. Su pulpa es firme y admite cocciones, a la plancha y especiada para acompañar una carne es una buena opción.
Estas pequeñas peras suelen gustar a todos, incluso a los más pequeños, que comerán fruta sin ni siquiera enterarse.
Es una fruta rica en agua, fibra, contiene vitaminas del grupo B y C, minerales, ácido fólico.
Entre los minerales que podemos encontrar en esta pequeña fruta, tenemos presentes los siguientes:
- Magnesio
- Fósforo
- Calcio
- Potasio
- Cobre
Por su contenido en fibra y agua y ser poco calóricas son incluidas en las dietas de adelgazamiento, además ayudan a favorecer el tránsito intestinal, actuando como ligero laxante y diurético.
Como ves, muchos beneficios son los que nos trae esta fruta tan propia del mes de junio, que tal y como hemos comentado tiene una temporada corta, pero que hace que todavía sea más especial. Y es que está más que comprobado que estos alimentos de los que solo disponemos unas pocas semanas al año, nos transmiten algo que el resto de alimentos no hacen.
Y tú, ¿cómo disfrutarás de las peras de San Juan estos próximos días?