Quién no conoce las estrellas Michelin. El reconocimiento gastronómico de más prestigio internacional. Una guía que asociamos, inevitablemente, a restaurantes de lujo, alta cocina y dinero. Pero en sus orígenes, la Guía Michelin era un cuaderno mucho más humilde de lo que la mayoría se imagina. Te explicamos la historia de la guía gastronómica más importante del mundo y que nació en un bar de carretera.
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Del taller a la mesa
Michelin, además del nombre de la guía gastronómica, es una de las marcas de neumáticos más conocidas del mundo. Un hecho que no es casualidad, ya que los fundadores de la marca, André y Edouard Michelin, son los mismos que publicaron la primera edición de la guía el año 1900. El municipio francés de Clermont-Ferrand vio nacer lo que se acabaría convirtiendo en el referente gastronómico mundial, aunque al principio solo incluía restaurantes que estuvieran en hoteles de carretera.
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En origen, la guía Michelin era un cuaderno que recogía diferentes establecimientos donde alojarse y comer, y que estaba pensado para los usuarios de los mismos neumáticos Michelin. Una pequeña publicación dedicada a los viajeros de coche (menos de 3000 al principio del siglo XX en Francia) que fue ganando prestigio a medida que se daba a conocer en el país.
El punto de inflexión se produjo el año 1920, cuando después de una primera etapa en que la guía era gratuita, André Michelin descubrió que los ejemplares repartidos se utilizaban como cuña para bancos en algunos talleres. André, indignado, decidió que, a partir de entonces, la guía se empezaría a repartir por un precio de 7 francos. Con el argumento que "la gente solo valora aquello que paga", los hermanos Michelin revalorizaron la marca y dieron un salto cualitativo. En 1923 apareció el primer listado de restaurantes independientes, sin ningún vínculo con un hotel.
En origen, la guía Michelin era un cuaderno que recogía diferentes establecimientos donde alojarse y comer, y que estaba pensado para los usuarios de los mismos neumáticos Michelin
Las primeras estrellas
No fue hasta 1926 que los primeros 'inspectores' empezaron a visitar de forma anónima los restaurantes. La idea de verificar los establecimientos y otorgarles la correspondiente valoración, nació de los dos hermanos fundadores, que, 26 años después de crear la guía, publicaban el listado con los primeros restaurantes con una sola estrella Michelin. Cinco años después, en 1931, las valoraciones se ampliaron y se jerarquizaron de la manera que conocemos hoy en día: con restaurantes de 3 estrellas, 2 estrellas y 1 estrella Michelin. Es aquí donde, hace 93 años, nacieron las (entonces no tanto) prestigiosas estrellas Michelin.
Una guía que ha crecido de la mano de las novedades gastronómicas que se han producido por todo el mundo. Desde la nouvelle cuisine hasta la revolución del Bulli, las estrellas Michelin son ahora galardones preciados que dan un prestigio incomparable a los restaurantes que las ostentan. Un símbolo de estatus, muy ligado a la exclusividad y a elevados precios en los menús, que ha dejado de servir para conocer los bares de carretera y se ha convertido en la élite de la gastronomía mundial.
Hace 93 años, nacieron las (entonces no tanto) prestigiosas estrellas Michelin
Aunque la esencia ya no ha cambiado más (el sistema de 3 estrellas es lo mismo desde hace más de 90 años), Michelin ha ido añadiendo novedades como las estrellas verdes, que reconocen los restaurantes más sostenibles, o los premios individuales, como el de Mejor Jefe de Sala (2023) o el nuevo premio para sumilleres de este año (2024).