El jamón cocido es un alimento presente en muchas casas, pero no todos son iguales. A menudo, vemos opciones con un alto porcentaje de carne, lo que puede dar una falsa sensación de calidad. La creadora de contenido @mariapespin ha mostrado en su cuenta de Instagram una comparación entre dos jamones cocidos con un 92% de carne, un dato que en principio es positivo. Sin embargo, uno de ellos es una opción recomendada y el otro no tanto. La diferencia clave está en los ingredientes adicionales. Mientras que uno es jamón cocido extra, sin aditivos y con un proceso más natural, el otro, de un conocido supermercado, incluye jarabe de glucosa y numerosos conservantes. Por tanto, no basta con fijarse solo en el porcentaje de carne, sino también en lo que se añade al producto.

Jamón cocido o jamón cocido extra: ¿vale la pena elegir el caro?

Uno de los favoritos de @mariapespin es el jamón cocido extra de El Pozo, que en su envase indica ser natural y sin aditivos. Al revisar la lista de ingredientes, se confirma que no lleva conservantes ni potenciadores de sabor, lo que lo convierte en una opción más saludable. En cambio, el otro producto analizado no es extra, lo que implica un proceso diferente y la presencia de ingredientes adicionales para mejorar su textura y sabor. La inclusión de jarabe de glucosa es especialmente preocupante, ya que añade azúcares innecesarios a un alimento que no debería llevarlos.

Además de un alto porcentaje de carne, debemos comprobar que no tenga aditivos

Por ello, al elegir un jamón cocido, no basta con comprobar que tenga un alto porcentaje de carne. Es fundamental revisar la lista de ingredientes y priorizar aquellos que no contengan aditivos ni azúcares añadidos. Aunque el precio del jamón extra suele ser mayor, la diferencia en calidad y composición justifica la inversión.

Elige siempre el jamón cocido extra / Foto: Unsplash
Elige siempre el jamón cocido extra / Foto: Unsplash

El problema de los aditivos en el jamón cocido no es solo una cuestión de calidad, sino también de salud. Muchos conservantes y potenciadores de sabor pueden afectar la digestión e incluso estar relacionados con problemas metabólicos si se consumen en exceso. Por eso, optar por un producto más natural, sin añadidos innecesarios, no solo mejora el sabor, sino que también reduce la exposición a sustancias que nuestro cuerpo no necesita. A largo plazo, elegir bien lo que comemos marca la diferencia en nuestra alimentación diaria.


Además, la etiqueta “jamón cocido extra” no es solo un reclamo publicitario, sino una categoría regulada que garantiza una mayor proporción de carne magra y menos agua añadida. Esto influye directamente en la textura, el sabor y el valor nutricional del producto. Aunque visualmente dos envases puedan parecer similares, las diferencias en la denominación y en los ingredientes son clave. Por eso, es importante leer con atención y no dejarse llevar únicamente por el diseño del envase o por el precio. A veces, gastar un poco más significa comer mucho mejor.