Cuando se trata de ensaladas, un gran porcentaje de ellas lleva alguno de los famosos ingredientes verdes. Sin lugar a dudas, lechuga y espinacas son dos de las opciones más valoradas por distintos motivos a la hora de añadir ese toque verde en nuestras ensaladas, que además a veces son el ingrediente principal. Como sabemos que son dos opciones muy recurrentes, hemos querido ver las propiedades de ambos alimentos para que los escojas según te convenga en tu próxima ensalada.
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Dos opciones frecuentes en las ensaladas
Lechuga
Por cada 100 gramos de lechuga, encontramos:
- Calorías: 18 kcal
- Proteínas: 1,3 g
- Grasas: 0,2 g
- Hidratos de carbono: 1,4 g
- Fibra: 1,5 g
Sus principales beneficios para la salud son:
- La lechuga es un alimento alcalinizante, refrescante, remineralizante.
- Tiene cualidades hipnóticas, que ayudan a conciliar el sueño, y también analgésicas frente al dolor. Presenta propiedades calmantes sobre la excitación nerviosa.
- Posee una acción aperitiva, estimulando las glándulas digestivas, así como una suave actividad laxante por su contenido en fibra. Debido a que drena el hígado, ejerce una acción depurativa general del organismo.
- También posee propiedades hipoglucemiantes (reduce el azúcar en sangre), lo que hace aconsejable su consumo por los diabéticos.
- Como es rica en betacaroteno, contribuye a la prevención del cáncer, especialmente de colon y pulmón.
Espinacas
Por cada 100 gramos de espinacas, encontramos:
- Calorías: 31 kcal
- Proteínas: 2,6 g
- Hidratos de carbono: 1,2 g
- Grasas: 0,3 g
- Fibra: 6,3 g
💥 Espinacas: propiedades, beneficios y consejos de esta verdura invernal
Sus principales beneficios para la salud son:
- Fortalecen los huesos. La vitamina K de las espinacas ayuda a retener el calcio, lo que deriva en una adecuada mineralización ósea y mejora la salud y fortalecimiento de los huesos.
- Tonifican los músculos y cuidan la piel y el cabello.
- Combaten el estreñimiento gracias a su alto contenido en fibra.
- Tienen efectos diuréticos por su gran porcentaje de agua.
- También ayudan al adelgazamiento debido a sus pocas calorías y al efecto de saciedad que producen.
- Controlan la hipertensión. Los nitratos presentes en las espinacas producen óxido nítrico, que favorece la vasodilatación de las arterias y en consecuencia, ayuda a reducir la presión arterial.
- Ofrecen beneficios neurológicos. El potasio, caroteno y flavonoides en las espinacas mejoran el funcionamiento cerebral y retrasa el deterioro mental.
- Ayudan a mejorar la gastritis. Las espinacas contienen múltiples propiedades a la hora de curar úlceras gástricas, calmar la acidez y el ardor de estómago.
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¿Qué te parece? ¿Por cuál de ellas te decidirás en tus próximas ensaladas? Como puedes ver, ambas son opciones saludables y que condimentan tus ensaladas de la mejor forma a la vez que ayudan a tu salud en múltiples aspectos.