Solo hacen falta unos segundos buscando información sobre dietas y alimentación saludable para encontrar un artículo en el que se diga que los hidratos los carga el diablo. De hecho, algunas dietas famosísimas que siguen personas ultrafamosas como pueden ser la Atkins y la Dukan, sitúa a estos nutrientes en la lista negra y sostienen que si quieres perder peso debes eliminarlos por completo de tu dieta. Y lo de perder peso es en el mejor de los casos, en los más radicales deberías desterrarlos de tu vocabulario si quieres disfrutar de una vida más saludable. Pero, ¿esto es cierto? ¿Es imprescindible eliminar los hidratos si quiero perder peso? La respuesta es no. Aunque sí es necesario controlar su ingesta y, en algunos casos, rebajar su consumo.
Ponerle nombre
Antes de empezar a poner etiquetas de malo o regular, vamos a repasar qué son los hidratos de carbono y qué función cumplen. Los más conocidos son los cereales y entre sus derivados siempre colocamos en primer lugar la pasta y el pan. Así, cuando alguien nombra hidratos de carbono, la imagen que nos aparece es la de barras de pan junto a dulces y mucha bollería, algunos montones de pasta y, tal vez, algo de arroz.
Pero también encontramos hidratos de carbono en otros alimentos como las frutas, la leche, las legumbres, las patatas y el azúcar. Visto este gran abanico de productos, sobra decir que ninguna dieta se puede considerar equilibrada si se retiran todos por completo.
¿Qué pasa?
La principal función de los hidratos es proporcionar energía y sobra decir lo importante que es la energía en el día a día. Pero esto no es lo único que ocurre en nuestro organismo al retirar los hidratos. Las dietas que eliminan los hidratos dan prioridad a las proteínas y, por norma general, suelen ser proteínas animales, ya que el resto forma parte del grupo de los hidratos (por ejemplo, las legumbres). El exceso de productos de origen animal está detrás de muchas enfermedades crónicas, así como un aumento de colesterol. Con estas dietas, también se ve reducido el consumo de fibra con los problemas gastrointestinales que esto conlleva.
No existe una fórmula mágica que determine cuál es la cantidad ideal, porque cada persona es un mundo y tiene necesidades diferentes. Pero, la mayor parte de los expertos, cuando hablamos de un adulto sano, consideran que su dieta debe aportar, al menos, la mitad de las calorías totales en forma de hidratos de carbono o, lo que es lo mismo, unos 250 gramos al día. Para ello debemos dar prioridad a verduras, hortalizas y legumbres. Y siempre apostar por cereales integrales.
Resultado final
Ya que los carbohidratos nos aportan energía, eliminarlos de la dieta es peligroso. Eso sí, habrá que aprender cuáles son más beneficiosos y cuáles hay que medir. La conclusión de expertos en nutrición es la de no limitar en ningún caso alimentos como frutas y verduras, incluir legumbres unas tres veces por semana, al igual que la pasta o el arroz y apostar siempre por la versión integral de las harinas.