Uno de los desayunos más populares de Catalunya es una buena magdalena acompañada de un café o un vaso de leche. Un dulce muy fácil de encontrar en la mayoría de cafeterías, pero que en Barcelona tiene algunos impostores que la pretenden suplantar. Y es que el cupcake, a pesar de ser concebido como una 'magdalena moderna americana', no tiene nada que ver con este producto tan nuestro. Hoy te explicamos las diferencias entre una magdalena y un cupcake.
Magdalena VS. Cupcake
Esta semana se ha celebrado el día mundial del cupcake (sí, también existe un día mundial del cupcake). Se trata de un producto originario de los Estados Unidos que en inglés quiere decir, literalmente, 'pastel de taza'. A diferencia de lo que habitualmente se piensa, el cupcake no es una versión modificada de la magdalena, sino que es una versión en miniatura de un pastel. De lo que sea: de una Sacher, de un red velvet, de una de zanahoria o de un pastel de queso. Pero el cupcake, a pesar de ser un dulce pequeño con una forma que nos recuerda a la magdalena, no tiene nada que ver. Igual que la sobrasada y la nduja, que la mermelada y la miel o que la pizza y la coca de recapte, el cupcake y la magdalena tienen cosas en común, pero también grandes diferencias que los convierten en productos diferentes. Algunas de las más importantes son:
🥧 Receta de magdalenas de cacao con trocitos de chocolate y piñones
Origen
La magdalena es de origen francés, mientras que el cupcake es originario de los Estados Unidos.
Receta
La magdalena es una receta única, no admite versiones. No existen 'magdalenas de...', solo existen magdalenas. Por el contrario, cupcakes hay de lo que quieras, de mil sabores y texturas diferentes.
Relleno
Además de la receta de la masa, la magdalena no admite relleno. Por su parte, el cupcake se puede rellenar con lo que se quiera, e incluso cubrir por encima con lo que más te guste.
Grasa
La grasa base que se utiliza para hacer las magdalenas es el aceite, mientras que para los cupcakes se utiliza la mantequilla.
Forma
Las magdalenas tienen forma de magdalena. Suena obvio, pero es así. La magdalena tiene un copete arriba del todo que corona el dulce, mientras que el cupcake a duras penas sobresale del papel ondulado que lo contiene.
¿Y los muffins?
Aparte de las magdalenas francesas y los cupcakes norteamericanos, también existen los muffins ingleses, un dulce que, aunque lo parezca, no es ni lo mismo que una magdalena ni un sinónimo de cupcake. Un tercer actor que complica un poco más las cosas y que se diferencia de los otros dos en el hecho de que puede ser salado, está un poco más inflado que el cupcake y también admite modificaciones en la receta.
Un rompecabezas que te puede ayudar a diferenciar mejor los tres tipos de dulces el próximo día que vayas a la pastelería a comprar, y que deja un poco más claro el terreno de juego de cada uno.