Martina Vázquez, reconocida nutricionista, nos explica por qué la lechuga puede causar hinchazón en algunas personas y qué podemos hacer al respecto. Si tras consumir esta verdura notas molestias digestivas, puede deberse a su alto contenido en fibra insoluble, un tipo de fibra que no se digiere y que, al estar compuesta por celulosa, incrementa el volumen de las heces. Esto puede generar hinchazón, especialmente en quienes tienen un sistema digestivo más sensible.

Si te hinchas con la lechuga, hay solución

Uno de los principales errores al comer lechuga es no masticarla lo suficiente. La experta nos advierte que es fundamental triturarla bien antes de tragar, ya que los trozos grandes pueden llegar al colon sin descomponerse adecuadamente, afectando la flora fermentativa y provocando gases o molestias. Una correcta masticación facilita el proceso digestivo y puede reducir los síntomas de hinchazón.

Puedes optar por alternativas a la lechuga / Foto: Unsplash
Puedes optar por alternativas a la lechuga / Foto: Unsplash

La digestión de la lechuga puede volverse más difícil en personas con un sistema digestivo delicado, ya que su estructura fibrosa no se descompone fácilmente en el estómago. Al no ser digerida en su totalidad, llega casi intacta al intestino grueso, donde las bacterias de la microbiota pueden fermentar los restos y generar gases. Este proceso es más notable en aquellas personas que sufren de colon irritable o sensibilidad digestiva.

Es fundamental triturar bien la lechuga antes de tragar

Si aun así sigues experimentando incomodidad tras consumirla, no te preocupes, ya que existen alternativas más fáciles de digerir. Entre ellas, la escarola y las endivias, que ofrecen una textura y composición que facilitan la digestión sin comprometer la ingesta de fibra y nutrientes esenciales. Estas verduras pueden ser una excelente opción para quienes buscan una alternativa más ligera y menos irritante para el sistema digestivo.

Lechuga al natural / Foto: Unsplash
Lechuga al natural / Foto: Unsplash

Otras opciones de hojas verdes que pueden resultar más digestivas incluyen la espinaca y la acelga, ya que su contenido en fibra es más equilibrado y su textura es más suave, lo que permite una mejor asimilación por parte del aparato digestivo. Además, si la hinchazón persiste, incorporar verduras cocidas en lugar de crudas puede ayudar, puesto que el calor rompe parte de las fibras y facilita su descomposición en el estómago. Por tanto, si la lechuga te causa hinchazón, prueba a masticarla mejor, a reducir la cantidad en tus comidas o a cambiarla por alternativas más digestivas. También es importante acompañar su consumo con suficiente agua, ya que esto ayuda al tránsito intestinal y a la digestión de la fibra. Con pequeños cambios en tu alimentación, puedes mejorar tu bienestar digestivo sin renunciar a una dieta saludable y equilibrada. Además, si tienes problemas digestivos recurrentes, consultar con un especialista puede ayudarte a encontrar la mejor solución para tu caso particular.