Los mejillones a la marinera son un clásico de la gastronomía española, pero como sucede con muchos platos, cada región tiene su propia versión, adaptada a los productos y tradiciones locales. Hoy compararemos las recetas catalana y gallega de este emblemático plato, descubriendo sus similitudes, diferencias y la riqueza cultural que representan.
Mejillones a la marinera: la receta catalana vs. la gallega
La receta catalana
En Catalunya, los mejillones a la marinera destacan por su sencillez y la influencia mediterránea. Los mejillones se limpian bien y se cocinan en una salsa elaborada a base de tomate, cebolla, ajo, vino blanco y perejil. Es común añadir un toque de picante con guindilla y aromatizar la salsa con hierbas como el laurel.
La base de la receta se sustenta en el sofrito, un elemento clave de la cocina catalana. El sofrito se prepara lentamente, dejando que la cebolla y el tomate se caramelicen para concentrar sabores. Una vez lista la salsa, los mejillones se añaden para que se abran al vapor, impregnándose del sabor del vino y el sofrito. En algunos casos, se añade un toque de frutos secos picados o almendras en forma de picada, una técnica típica de la cocina catalana que aporta densidad y profundidad al plato. Los mejillones a la marinera catalanes suelen servirse acompañados de pan, ideal para mojar en la salsa.
La receta gallega
En Galicia, los mejillones a la marinera tienen un carácter más robusto, acorde con las tradiciones de la región. Aquí, la salsa incorpora una base de cebolla, ajo, pimiento y una buena dosis de vino blanco albariño, un elemento distintivo que aporta frescura y un sabor ligeramente afrutado.
Una diferencia notable es el uso de harina como espesante en la salsa gallega, creando una textura más consistente. En lugar de tomate fresco, se utiliza puré de tomate o incluso pimentón, lo que da al plato un color más rojizo y un sabor ahumado característico. En Galicia, los mejillones a la marinera suelen servirse como tapa o primer plato, destacando la calidad excepcional del mejillón gallego, conocido por su tamaño y sabor intenso gracias a las rías.
La catalana tiende a ser más ligera y mediterránea y la gallega es más contundente
Similitudes y diferencias
Ambas recetas comparten la esencia de resaltar el sabor del mejillón, pero sus matices culturales marcan diferencias claras. La catalana tiende a ser más ligera y mediterránea, con un protagonismo del sofrito y hierbas aromáticas. La gallega, por su parte, es más contundente, con una salsa más espesa y sabores ahumados y afrutados. Los mejillones a la marinera, ya sean catalanes o gallegos, son un homenaje al producto local y a la tradición culinaria. Lo que no cambia es la necesidad de buen pan para disfrutar hasta la última gota de salsa.