No hay nada más reconfortante en un día frío que una taza de chocolate caliente, pero si quieres llevar esta experiencia al siguiente nivel, los malvaviscos caseros son el complemento perfecto. Suaves, esponjosos y con un toque de vainilla, estos dulces se derriten lentamente en la bebida, creando una textura cremosa irresistible. Además, hacerlos en casa es más fácil de lo que parece y el resultado es mucho mejor que los comerciales.
La mejor receta de malvaviscos caseros
Ingredientes para malvaviscos caseros
Para preparar malvaviscos esponjosos y deliciosos, necesitarás:
- 3 sobres de gelatina sin sabor (21 g en total)
- 1 taza de agua (dividida en dos mitades)
- 2 tazas de azúcar
- ½ taza de jarabe de maíz o miel
- 1 pizca de sal
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- ½ taza de azúcar glas para espolvorear
- ½ taza de fécula de maíz (opcional, para evitar que se peguen)
Preparación paso a paso
Primero deberás preparar la gelatina. En el bol de una batidora, mezcla la gelatina con ½ taza de agua y deja reposar mientras preparas el almíbar. Para preparar este almíbar, en una cacerola, calienta la otra ½ taza de agua junto con el azúcar, el jarabe de maíz y la sal. Cocina a fuego medio hasta que la mezcla alcance los 115°C (puedes usar un termómetro de cocina o esperar a que haga burbujas densas y espesas).
A continuación, con la batidora a velocidad baja, vierte el almíbar caliente sobre la gelatina hidratada para batir la mezcla. Aumenta la velocidad y bate durante 10-12 minutos, hasta que la mezcla se vuelva blanca, esponjosa y forme picos suaves. Agrega el extracto de vainilla en los últimos segundos.
Los malvaviscos caseros son el complemento perfecto para una taza de chocolate caliente
Ahora, engrasa un molde rectangular y espolvorea una mezcla de azúcar glas y fécula de maíz. Vierte la mezcla de malvaviscos y alisa la superficie con una espátula engrasada. Una vez hecho, deja reposar a temperatura ambiente durante al menos 6 horas o toda la noche, hasta que los malvaviscos estén firmes. Posteriormente, desmolda, corta en cubos y pásalos por una mezcla de azúcar glas y fécula para evitar que se peguen.
Cómo disfrutarlos con chocolate caliente
Los malvaviscos caseros combinan perfectamente con un chocolate caliente espeso. Puedes dejarlos flotando en la taza para que se derritan lentamente o tostarlos ligeramente con un soplete para un toque caramelizado. También puedes añadirles cacao en polvo o canela antes de servir para realzar su sabor.
Preparar malvaviscos caseros es más sencillo de lo que parece y el resultado es espectacular. Su sabor y textura son incomparables con los industriales, y harán que cada sorbo de tu chocolate caliente sea una experiencia aún más especial.