En la cocina, las abuelas siempre han tenido un don especial para resolver los pequeños retos culinarios. Una de sus mayores lecciones es que no hace falta gastar una fortuna en marisco fresco si se sabe tratar bien el congelado. Aunque no lo parezca, con un simple truco puedes lograr que el marisco congelado recupere su frescura y textura, como si acabara de salir del mar.

El truco de las abuelas para que el marisco congelado parezca fresco

El marisco congelado es una opción práctica y económica, pero muchas veces pierde parte de su sabor y textura durante el proceso de congelación. Esto se debe a la formación de cristales de hielo, que pueden dañar la estructura de la carne y alterar su jugosidad. Por suerte, las abuelas ya sabían cómo devolverle la vida a estos productos y hacían magia con ingredientes sencillos.

El marisco suele perder su sabor y textura durante la congelación / Foto: Unsplash

El truco: salmuera con agua y sal

El secreto para que el marisco congelado parezca fresco radica en una técnica fácil y efectiva: sumergirlo en una salmuera antes de cocinarlo. Este método no solo mejora la textura del marisco, sino que también potencia su sabor natural. Aquí te explicamos cómo hacerlo. En primer lugar, prepara la salmuera. Llena un recipiente con agua fría (lo ideal es que esté muy fría, incluso con unos cubitos de hielo) y añade sal gruesa en una proporción aproximada de 35 gramos por litro de agua. Este nivel de sal imita la salinidad del agua de mar, devolviéndole al marisco esa sensación de frescura.

El secreto de las abuelas es sumergir el marisco congelado en salmuera antes de cocinarlo

Seguidamente, descongela el marisco. Antes de usar la salmuera, deja que el marisco se descongele en la nevera o bajo un chorro de agua fría. Es importante no utilizar agua caliente para evitar alterar su textura. Sumérgelo. Coloca el marisco en la salmuera durante unos 10-15 minutos. Este paso ayuda a hidratar las fibras, devolverles firmeza y neutralizar ese toque aguado que a veces adquiere el marisco congelado. Finalmente, escurre y cocina. Una vez pasado el tiempo, retira el marisco de la salmuera, escúrrelo bien y prepáralo como prefieras: a la plancha, al vapor, en guisos o incluso crudo si es seguro.

El truco está en sumergirlo en salmuera antes de cocinarlo / Foto: Unsplash

¿Funciona con todo tipo de marisco?

Este truco es ideal para gambas, langostinos, mejillones, almejas y otros mariscos comunes. Incluso los más exigentes notarán la diferencia en textura y sabor. El toque de las abuelas, ahora en tu cocina, más allá de técnicas modernas, este sencillo consejo demuestra que las abuelas siempre han sabido sacar el máximo partido de los ingredientes disponibles. Así que la próxima vez que compres marisco congelado, recuerda este truco. Con un poco de agua y sal, sorprenderás a tus comensales con marisco que parece recién traído del mar.