Se acaba la temporada de helados, las cenas de bocadillo en el parque, las ensaladas para el calor... Con la llegada del otoño hace ya unas semanas que llegó también la vuelta a la escuela, y con esto, poner más atención a la dieta aprovechando los productos de temporada que el clima otoñal pone a nuestra disposición y que, además, son ideales para ayudar a cargar pilas y a obtener la energía que se precisa en las nuevas jornadas escolares. La naturaleza es sabia y es durante el otoño y el invierno cuando nos ofrece una serie de alimentos que, además de ricos en muchos beneficios, nos ayudan a prevenir enfermedades tan comunes en esta época como los resfriados. Se tiene que aprovechar la fruta de temporada: es el momento de las mandarinas, las naranjas, la granada y la uva. Todas ellas frutas deliciosas que suelen tener mucha aceptación entre el público infantil. No faltarán tampoco las peras y las manzanas, dos clásicos más de esta época del año.
👉 Cosas a tener en cuenta en el menú de otoño para los más pequeños
Cuidado con las alergias
La ventaja es que son ricas en vitamina C, esencial en la prevención de los resfriados. La uva, además, es rica en hierro, necesario para aguantar el ritmo sin desfallecer. Aquí tendríamos que añadir también los frutos secos, aunque los podemos encontrar todo el año, ahora es su momento. Un puñado de avellanas aporta a los niños más energía que una pasta. La verdura que se puede encontrar en otoño es también perfecta para preparar ricos platos con los que los más pequeños de casa estarán perfectamente alimentados. La calabaza, el calabacín, las setas o la berenjena están en su mejor época y es el momento de aprovecharse. Un puré de calabaza es muy sencillo, nutritivo y suele gustar a los niños y niñas. También se puede probar con un revuelto de setas o con berenjenas rellenas. Ideas hay muchas, lo importante es que estas verduras estén presentes en la mesa.
Las legumbres, buenas para el organismo y contra el frío
🍌 Estos 9 alimentos son ideales este otoño para mejorar el estado de ánimo
El otoño y el invierno son ideales para las legumbres, lentejas, garbanzos o alubias, con el frío son muy de agradecer, además de ser una gran fuente de energía. Si en verano se pueden introducir frías en ensalada, ahora es el momento de preparar guisos calientes, que acompañados de otras verduras o de carne conformen un plato bien equilibrado para los niños. El invierno propicia también que se pueda llegar a abusar de dulces como el chocolate y otro tipo de repostería más elaborada, pastas u otros productos similares. También son una fuente de energía, pero hay que vigilar que no se convierta en la principal. En definitiva, cierto es que hoy en día podemos encontrar casi todos los productos durante todo el año, pero es bueno tener presente cuál es su momento ideal y aprovecharlo, ya que además, suele coincidir con los requerimientos del organismo en ese momento. Siempre podremos comer un buen plato de cocido o una crema caliente de calabaza, pero si es en un día de frío tras una dura mañana de cole mucho mejor.