La pizza es uno de los platos más versátiles y amados en todo el mundo, y parte de su magia se debe a los quesos que se derriten sobre ella. Aunque la mozzarella sigue siendo la reina, existen muchos otros quesos que pueden elevar una pizza y darle una personalidad única. Aquí, algunos de los mejores quesos recomendados por expertos pizzeros para llevar esta creación culinaria a otro nivel.

Los mejores quesos para añadir a la pizza

La mozzarella es el queso por excelencia de la pizza, y por buenas razones. Este queso fresco, de textura suave y elástica, tiene un sabor sutil que combina con cualquier tipo de ingrediente. Se funde a la perfección, creando esos hilos irresistibles y una textura cremosa que todos amamos. La mozzarella fresca de búfala es especialmente rica y cremosa, mientras que la mozzarella de leche de vaca es un clásico confiable y accesible.

La mozzarella es el queso de la pizza por excelencia / Foto: Unsplash

El parmesano no es un queso que se derrita en hilos, pero es excelente para añadir como toque final, dándole un extra de sabor umami a cualquier pizza. Este queso curado, de origen italiano, tiene un sabor fuerte, salado y ligeramente afrutado, lo que añade complejidad al perfil de sabor. Se recomienda rallarlo sobre la pizza al salir del horno o mezclarlo con mozzarella para una base más intensa. Si te gustan los sabores fuertes y un toque de intensidad, el gorgonzola es una excelente opción. Este queso azul italiano es suave y cremoso, con un sabor salado y ligeramente picante. El gorgonzola combina especialmente bien con ingredientes como peras, nueces y rúcula, ya que su sabor contrasta y equilibra perfectamente con lo dulce y lo amargo.

Por el otro lado, el provolone es otro gran clásico en el mundo de las pizzas. Este queso semiduro, originario de Italia, tiene un sabor suave pero ligeramente ahumado, que añade una nota extra de profundidad sin sobrecargar el paladar. Se derrite maravillosamente y crea una capa cremosa que complementa bien ingredientes como pepperoni o verduras asadas.

Los quesos con toques ahumados pueden dar profundidad / Foto: Unsplash

Aunque no es un queso que se derrita, la ricotta es una elección ideal para quienes buscan un toque de suavidad en su pizza. Su sabor suave y cremoso funciona de maravilla en pizzas con ingredientes frescos como tomates cherry, espinacas o albahaca. Añadir ricotta después de hornear crea un contraste de temperaturas y texturas exquisito. El cheddar es popular en pizzas con ingredientes de carne y para quienes buscan un sabor robusto. Su color dorado y su sabor pronunciado complementan muy bien a los ingredientes intensos, como salchichas o pimientos. Mezclarlo con mozzarella puede aportar un tono diferente y darle un toque irresistible a la pizza.

Aunque la mozzarella siempre será un clásico, probar otros tipos de quesos puede abrir un abanico de sabores y texturas

El queso es el alma de la pizza, y aunque la mozzarella siempre será un clásico, probar otros tipos de quesos puede abrir un abanico de sabores y texturas. Como buen pizzero, mezcla y combina estos quesos para encontrar el equilibrio perfecto entre cremosidad, sabor y carácter, y descubre nuevas maneras de disfrutar cada bocado.