La merienda es la comida del día que menos tenemos en cuenta; es el gran olvidado. "Desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un pobre", expone el dicho. ¿Y la merienda, qué? El mejor chocolatero del mundo, Lluc Crusellas, aterriza en Barcelona nuevamente con una propuesta deliciosa para alucinar y a precio para todos los bolsillos. Cada tarde hasta el 26 de abril, desde las 15 h hasta las 19 horas, en el restaurante Blanc del Hotel Mandarin Oiental del paseo de Gràcia, se podrán degustar unas meriendas asequibles, pero al mismo tiempo lujosas, teniendo en cuenta las manos y el cerebro que se esconden detrás de las sublimes creaciones.
Menos de 10 euros por la mejor merienda del país
Oportunidad histórica y sorprendente para probar los postres del mejor chocolatero del mundo en forma de meriendas espectaculares a un precio único de 9 euros. El pastelero catalán hará salivar a los comensales que se acerquen con varias propuestas: un pastel tatin de manzana caramelizada con galleta speculoos y chantilly, un pastel de Sacher de texturas de cacao con compota de albaricoque, un bombón gigante Ferrero de mousse de chocolate con leche que tira semilíquido de avellana y un chocosú de cacao con mascarpone y café. Para rematar la mejor carta de postres, un pastel que en Crusellas ha creado especialmente para las meriendas de esta primavera de este año: un pastel de chocolate negro, avellana y galleta de mantequilla.
El calendario pastelero viene cargado las semanas entrantes y, por eso, Lluc Crusellas también preparará algunas propuestas especiales para Pascua, que todavía están definiendo, y para Sant Jordi, unos individuales de rosa, que se podrán degustar en el espacio abierto para el público hasta el 26 de abril.
Lluc Crusellas: quién es el mejor chocolatero del mundo
Lluc Crusellas nació en Santa Eulàlia de Riuprimer, en el 1996. Maestro chocolatero y ciclista. Ganador del título de mejor chocolatero del mundo, otorgado por el prestigioso concurso internacional World Chocolate Masters 2022, Lluc combina la pastelería con el ciclismo, las dos pasiones con la misma mentalidad, "o todo o nada". Después de darse cuenta de que no se ganaría la vida pedaleando, Lluc decidió adentrarse en el mundo de la pastelería, iniciando su carrera dulce cuando solo tenía diecisiete años.
El chef Nandu Jubany le abre las puertas de Can Jubany, y está allí donde queda fascinado por la vertiente creativa de la pastelería y convencido de que los postres hacen feliz a la gente. Acabadas las prácticas, apostó por formarse en el Espai Sucre y en la Escuela Hoffman ambas en Barcelona. Empieza su carrera profesional en la Pastelería Barcelona con Josep Maria Rodríguez, y más tarde, solo con 25 años, el osonenc se convierte en el jefe de pastelería de la Pastisseria El Carme de Vic, implementando un cambio de tendencia y modernización en sus elaboraciones.