La mermelada de tomate casera es una delicia que puede transformar cualquier plato, desde desayunos hasta cenas sofisticadas. Su combinación de sabores dulces y ligeramente ácidos la hace extremadamente versátil, ideal para acompañar tanto platos dulces como salados. Aquí te presentamos la receta perfecta para preparar mermelada de tomate en casa y llevar tus creaciones culinarias a otro nivel.
Mermelada de tomate casera
Para hacer una deliciosa mermelada de tomate necesitarás:
- 1 kg de tomates maduros
- 500 g de azúcar
- El jugo de un limón
- Opcional: una vaina de vainilla o una pizca de canela para darle un toque extra de sabor
Mermelada de tomate casera: paso a paso
Preparación de los tomates
Comienza lavando bien los tomates. Haz una pequeña incisión en forma de cruz en la base de cada tomate. Escalda los tomates en agua hirviendo durante unos 30 segundos y luego sumérgelos en agua fría. Esto facilitará el proceso de pelarlos. Una vez pelados, córtalos en cuartos y retira las semillas.
Su combinación de sabores dulces y ligeramente ácidos la hace extremadamente versátil
Cocción inicial
Coloca los tomates cortados en una olla grande y añade el azúcar y el jugo de limón. El limón no solo ayuda a balancear el sabor, sino que también actúa como conservante natural. Si decides usar la vainilla o la canela, agrégala en este momento.
Cocción a fuego lento
Cocina la mezcla a fuego lento, removiendo ocasionalmente para evitar que se pegue. La clave es permitir que la mezcla se reduzca y espese lentamente, lo cual puede tardar entre 45 minutos y una hora. Es importante no apresurarse para asegurar que los sabores se desarrollen completamente.
Verificación de la consistencia
Para comprobar si la mermelada está lista, coloca una pequeña cantidad en un plato frío y pasa un dedo por el medio. Si la mermelada se arruga ligeramente y no vuelve a juntarse, está en su punto. Si está demasiado líquida, continúa cocinando y vuelve a probar después de unos minutos.
Envasado
Una vez alcanzada la consistencia deseada, retira la olla del fuego. Vierte la mermelada caliente en frascos esterilizados, dejando un pequeño espacio en la parte superior. Cierra los frascos herméticamente y colócalos boca abajo durante unos minutos para crear un vacío que ayudará a conservar la mermelada por más tiempo.
La mermelada de tomate es increíblemente versátil. Puedes usarla para acompañar quesos, especialmente variedades fuertes como el queso de cabra o el queso azul. También es excelente sobre una tostada con un poco de mantequilla para un desayuno diferente. En platos salados, prueba a usarla como glaseado para carnes, especialmente cerdo o pollo, o incluso como un aderezo en hamburguesas gourmet. Hacer mermelada de tomate casera no solo es una manera de aprovechar los tomates maduros, sino también una forma de experimentar con nuevos sabores en tu cocina. Con ingredientes simples y un poco de tiempo, puedes crear un acompañamiento delicioso que realzará cualquier plato. Prueba esta receta y descubre cómo esta mermelada puede llevar tus platos a otro nivel, sorprendiendo a tus invitados y deleitando a tu familia con su sabor único.