Una de las dudas más comunes en la cocina es si es seguro guardar comida caliente en la nevera. Durante años, ha existido la creencia de que introducir alimentos aún calientes puede dañar el electrodoméstico o afectar la conservación de otros productos almacenados. Sin embargo, los expertos en seguridad alimentaria coinciden en que es completamente seguro hacerlo, siempre que se sigan algunas recomendaciones básicas.
¿Puedo meter la comida caliente en la nevera?
El temor de muchas personas proviene de la idea de que la comida caliente puede elevar la temperatura interna de la nevera, generando un ambiente propicio para el crecimiento de bacterias o dañando el motor del electrodoméstico. Si bien es cierto que los alimentos calientes emiten calor, las neveras modernas están diseñadas para mantener una temperatura estable, incluso al introducir comidas recién cocinadas. No obstante, esto no significa que se deba ignorar por completo el manejo adecuado de los alimentos calientes.
Uno de los principales riesgos de dejar la comida fuera del refrigerador para que enfríe por completo es que los alimentos pueden permanecer demasiado tiempo a temperatura ambiente, lo cual resulta peligroso. Las bacterias crecen rápidamente entre los 5 °C y los 60 °C, un rango conocido como “zona de peligro”. Dejar un guiso o una sopa sobre la encimera durante varias horas puede aumentar el riesgo de contaminación, especialmente si las condiciones del ambiente son cálidas. Por eso, los especialistas recomiendan no dejar los alimentos fuera de la nevera por más de dos horas.
Las bacterias crecen rápidamente entre los 5 °C y los 60°C
Para introducir comida caliente en la nevera de forma segura, es importante considerar algunos consejos prácticos. En primer lugar, dividir los alimentos en porciones más pequeñas acelera el enfriamiento y evita que grandes cantidades de calor afecten el interior del electrodoméstico. Además, usar recipientes poco profundos también ayuda a que el calor se disipe más rápidamente. Si tienes tiempo, puedes dejar que los alimentos pierdan un poco de calor antes de guardarlos, pero no hasta el punto de que queden a temperatura ambiente durante demasiado tiempo.
Otro aspecto a tener en cuenta es que guardar los alimentos calientes adecuadamente también evita el desperdicio. Muchas comidas se conservan mejor y durante más tiempo cuando se refrigeran de inmediato, manteniendo su frescura y sabor. Como ves, sí es posible meter la comida caliente en la nevera, siempre que se sigan ciertas pautas para proteger tanto los alimentos como el electrodoméstico. Es mejor refrigerar pronto que correr el riesgo de dejar los alimentos expuestos en la zona de peligro, garantizando así una cocina más segura y saludable.