Los problemas digestivos son cada día más frecuentes y uno de los más comunes es la hinchazón abdominal junto al exceso de gases. En ocasiones, esta situación es fácil relacionarla con alimentos concretos como pueden ser los refrescos o incluso las verduras crucíferas (brócoli, col o rúcula). Estos alimentos dan gases, independientemente de como de resistente sea tu estómago. Eso sí, a unas personas les resulta más molestos que a otras.
En otros casos, no somos capaces de relacionar esas molestias digestivas, que también pueden ir acompañadas de diarrea y dolor, con un alimento concreto. Y es que al consumir cada vez más alimentos envasados (no tienen por qué ser procesados) también ingerimos sustancias de las que no siempre somos conscientes. Conservantes, saborizantes, colorantes… la lista es infinita y muchos de sus efectos secundarios también pueden serlo.
Un azúcar escondido
El sorbitol es un polialcohol, alcohol polihidrico o alditol de azúcar descubierto por el francés Boussingault en 1872 en las bayas de Sorbus aucuparia L. Así pues, se trata de un producto natural que está presente en multitud de frutas como pueden ser pera, manzana o melocotón. Además, el sorbitol se utiliza en la industria alimentaria como edulcorante. En este caso, en la etiqueta puede aparecer con su nombre, pero también con el código E-420.
Su uso está ampliamente extendido, al igual que otros edulcorantes artificiales, sobre todo en productos dietéticos o aquellos que están indicados para diabéticos. En este grupo encontramos desde chiles sin azúcar, a dulces o refrescos 0.0. El motivo principal es que son más dulces que el azúcar blanco y además son menos calóricos. Su impacto en el índice glucémico no es tan alto como el azúcar y, por ello, es válido para los diabéticos. Pero ante esta ventaja, hay alguna otra parte negativa.
El aviso de Xevi Verdaguer
Especialista en nutrición, Xevi Verdaguer advierte de los efectos desconocidos del sorbitol. Y es que, si al poco tiempo después de consumir un producto con sorbitol (entre media hora y dos horas) sientes hinchazón abdominal, diarrea o gases, puede que seas intolerante a este aditivo.
“Estos síntomas gastrointestinales son consecuencia directa de los efectos osmóticos de los polioles mal absorbidos (y otros sustratos) en el intestino delgado y consecuencia indirecta de los efectos inducidos por la fermentación bacteriana que producen SCFA y gases en el intestino grueso (colon)”, escribe el especialista en su blog. Además, el sorbitol puede interferir de forma negativa en tu microbiota y provocar un daño a largo plazo. Por eso, es importante detectar el problema a tiempo y, en caso de que sea necesario, retirar el sorbitol de tu dieta. Aunque esto implique tener que leer muchas etiquetas en el supermercado.
En cualquier caso, también debes saber que existe un test que puede confirmar tu intolerancia al sorbitol. Una prueba sencilla con la que podrás salir de dudas rápidamente y ponerle nombre a todas esas molestias que arrastras.