La freidora de aire se ha convertido en un imprescindible en muchas cocinas, permitiendo preparar comidas más saludables y en menos tiempo. Su popularidad ha crecido enormemente en los últimos años, convirtiéndose en una alternativa ideal a los métodos de fritura tradicionales. Gracias a su tecnología de circulación de aire caliente, permite cocinar con muy poco o incluso sin aceite, lo que la hace perfecta para quienes buscan una alimentación equilibrada sin renunciar al sabor y la textura crujiente de los fritos. Sin embargo, como cualquier electrodoméstico, requiere mantenimiento para seguir funcionando en óptimas condiciones. El principal inconveniente que presenta es la acumulación de grasa y restos de comida en su cesta, lo que puede afectar tanto su rendimiento como la higiene de los alimentos que se cocinan en ella. Una limpieza adecuada no solo garantiza que los platos conserven su mejor sabor, sino que también alarga la vida útil de la freidora y evita la aparición de olores desagradables con el tiempo.
El truco de la bolsita de té para limpiar la airfryer
Para deshacerse de esta suciedad, muchos recurren a productos de limpieza comerciales, pero estos pueden ser agresivos y acabar dañando la capa antiadherente. Por suerte, existe un truco casero, sencillo y natural que permite limpiar la freidora de aire sin necesidad de químicos: usar una bolsita de té. El té contiene taninos, unos compuestos naturales que poseen propiedades desengrasantes y desodorizantes. Gracias a ellos, es posible eliminar residuos adheridos y neutralizar olores persistentes, como los que deja el pescado o las frituras. Lo mejor de todo es que este método es económico, ecológico y fácil de aplicar.

Para limpiar la freidora con este truco, lo primero es asegurarse de que no queden restos grandes de comida en la cesta. Después, basta con colocar una bolsa de té seca dentro del recipiente, asegurándola bien para evitar que se desplace. Un truco útil es sujetarla con la cuerda en la parte inferior para evitar que entre en contacto con la resistencia superior, lo que podría quemar el contenido de la bolsa.
El siguiente paso es encender la freidora a 180 °C durante un par de minutos. Una vez finalizado este tiempo, hay que dejar reposar la bolsita dentro del aparato unos minutos más para que los taninos actúen sobre la grasa acumulada. Al retirarla, si no está muy quemada, se puede reutilizar en otra limpieza posterior.
Basta con colocar una bolsa de té seca en el recipiente
Para terminar el proceso, simplemente se enjuaga la cesta con agua tibia y, si es necesario, se pasa una esponja suave para eliminar los restos que hayan quedado sueltos. De esta manera, la freidora de aire no solo queda libre de suciedad, sino que también se neutralizan los malos olores, dejando un aroma fresco y limpio.

Además de este truco, para prolongar la vida útil del aparato es recomendable limpiarlo después de cada uso y evitar que los restos de comida se acumulen durante días, ya que esto puede dificultar su eliminación y generar olores desagradables. Lo ideal es lavar las partes desmontables con agua tibia y un jabón suave, sin recurrir a estropajos abrasivos que puedan deteriorar la superficie antiadherente. Con estos sencillos hábitos de limpieza, la freidora de aire se mantendrá en perfecto estado durante más tiempo, asegurando que cada comida salga deliciosa y libre de residuos indeseados.
Este artículo ha sido elaborado con la ayuda de ChatGPT y supervisado por un periodista de Elnacional.cat.