Con azúcar, con zumo de naranja, en batido o con nata, las fresas son una de las frutas estrella de la temporada y de las que más gustan a pequeños y mayores. Pero ¿realmente son fresas lo que nos estamos comiendo? Pues no, pese a que comúnmente se conocen como fresas, ese fruto rojo y tan dulce que nos encanta es el fresón en muchas ocasiones.
Tranquilos, la fresa también existe pero difiere bastante del fresón. Esta confusión está causada porque ambas frutas pertenecen a la familia de las rosáceas, más concretamente a la variedad de las Fragarias, pero, mientras que la fresa es una Fragaria Vesca, el fresón es una Fragaria x Ananassa.
En realidad la Fragaria Vesca o fresa, es una planta salvaje que crece de manera natural en bosques, jardines y huertos, mientras que el fresón nació en el siglo XVIII como un híbrido creado por botánicos franceses. Las fresas son silvestres y de tamaño más pequeño.
Diferenciar entre la fresa y el fresón es muy sencillo
¿Cuáles son las diferencias?
Diferenciar entre la fresa y el fresón es muy sencillo, tanto para la vista como para el gusto. La fresa, al tratarse de una planta salvaje, tiene un tamaño bastante menor y no destaca por tener un color tan intenso como el del fresón. En el interior del fruto también encontramos diferencias, ya que la fresa es blanca mientras que el fresón conserva el color rojo que presenta en el exterior.
En cuanto al sabor es necesario destacar que la fresa no es excesivamente dulce, sino que presenta un toque ácido muy característico. Ambas frutas son deliciosas, pero realmente la fresa tiene un sabor más intenso que el fresón.
¿Tienen las mismas propiedades?
Sí, pese a que muchas veces se venda como fresa el fresón, sus propiedades son prácticamente las mismas. Además de ser ricas en agua, fructosa, glucosa y xilitol, las fragarias tienen una alta cantidad de vitamina C, conteniendo más cantidad incluso que las naranjas.
Como la mayor parte de las frutas, es muy rica en fibra, por lo que ayudan a depurar el organismo. Además están muy recomendadas para personas que quieran adelgazar ya que su contenido graso es mínimo.
Conservación
Y llegamos a otro punto importante, que son las diferencias en conservación. Como toda buena fruta con tan alto contenido en agua, cuando llega el buen tiempo suelen madurar muy temprano, por lo que no se deben tardar en consumir o, de lo contrario, empezarán a mostrar rugosidad y sequedad. La mayoría de fresas que encontramos en las fruterías son fresones porque es mucho más fácil su transporte en grandes cantidades sin que se estropeen al ser un híbrido derivado del transporte entre el continente americano y europeo. Se trata de una fruta acostumbrada a los cambios climáticos y se adapta mejor al clima seco, cálido, menos oportuno. Una es cara y delicada, la otra está preparada y más barata.