Tras las frutas de invierno, como los cítricos o las frutas de pepita, junio es el mes en el que comienzan a llegar las frutas de verano. Entre ellas se encuentran las brevas, frutos de las higueras, que en realidad son los higos tardíos del año anterior que han permanecido en el árbol hasta la primavera siguiente.
Tanto los higos como las brevas son frutos del mismo árbol (la higuera). Pero existe una diferencia entre ellos y es el tiempo de maduración de ambas frutas, ya que como decimos las brevas maduran antes, entre el mes de junio y julio y los higos lo hacen entre el mes de agosto y septiembre.
Existe una diferencia entre ellos y es el tiempo de maduración de ambas frutas
Las brevas además, son más grandes que los higos y con un sabor menos dulce pero su carne está más prieta. Los higos brotan justo donde maduró la breva pero nunca alcanzan el mismo tamaño.

Originarios del Mediterráneo y Medio Oriente, los higos o brevas nacen de la higuera, una planta tan antigua que aparece en múltiples escenas de la historia. La biblia dice que la higuera fue el primer árbol del Edén y que Adán y Eva se cubrían con sus hojas. ¿Y si la manzana prohibida era en realidad un higo?
Hay más: según la leyenda, Buda encontró la iluminación bajo su sombra, mientras los egipcios los disponían en sus tumbas para alimentarse en la otra vida. Pizarro trajo los árboles a América y ordenó que cada familia sembrara uno.
Propiedades nutricionales de las brevas e higos
Nutricionalmente resalta su aporte de hidratos de carbono, por lo que interesa para personas que necesitan un aporte extra de energía. Y tiene un buen contenido en fibra, que actúa como un suave laxante. Interesa su consumo a niños, adolescentes y mujeres embarazadas en período de lactancia.
También es una fruta ideal para deportistas, por su contenido energético de fácil asimilación, pero sería más conveniente después de los entrenamientos o competiciones, porque su aporte de fibra podría ocasionar efectos digestivos no deseados durante la competición por su efecto laxante.

Las brevas contienen una baja cantidad de sodio y en cambio, aportan bastante potasio por lo que son muy recomendables para personas con hipertensión o afecciones del corazón. Por otro lado, ese alto contenido en potasio es contraproducente para personas que sufren de insuficiencia renal y deben controlar la ingesta de este mineral.
Su aporte en antioxidantes como la vitamina A, ayuda al nuestro organismo a luchar contra los radicales libres. Ayuda a reducir el riesgo de enfermedades degenerativas y de cáncer, en concreto el de colon (también contribuye a ello su contenido en fibra).
Por su contenido en fibra ayuda a retrasar o minimizar la absorción del colesterol, algo también interesante para todas aquellas personas que deben controlar sus niveles.
Como ves, un fruto que da mucho de sí, y del que ya podemos empezar a disfrutar justo antes del verano.