¿Eres el que más gambas come de toda tu familia en la cena de Nochebuena? ¿Estás harto de que se te arruguen las manos de tanto pelar langostinos? Es el momento de aprender a pelar gambas con cubiertos para seguir siendo el que más gambas disfrute durante la cena.

Te explicamos cómo pelar gambas y/o langostinos de forma fácil y rápida, para que el esfuerzo que tengas que invertir en tus preparaciones festivas sea el mínimo posible y quedes como todo un experto en marisco, que nunca está de más.

No existe un método único universal y válido para pelar correctamente las gambas y los langostinos. No llegaron a este mundo con un manual de instrucciones, obviamente, y cada maestrillo tiene su librillo. Siendo un animal del que encontramos muchas variedades capturadas y criadas por todo el planeta, la técnica para pelar su caparazón puede variar en las distintas culturas gastronómicas. Y el gusto y costumbre de cada cocinero.

Gambas
Gambas / Fuente: Unsplash

Las gambas se pueden pelar antes y después de cocinarlas; crudas o cocidas. El método no varía demasiado de una preparación a otra, aunque el intestino saldrá más fácilmente cuando el animal está todavía fresco y sin cocer. La calidad y frescura del langostino también nos garantiza una mayor facilidad de pelado, así como el punto de la cocción. Si nos hemos quedado cortos o nos hemos pasado, retirar el caparazón limpiamente puede ser más complicado.

Las gambas se pueden pelar antes y después de cocinarlas

El primer paso será retirar la cabeza. Se puede hacer mediante un corte limpio a cuchillo, o tirando suavemente, pero con firmeza, con la mano. Puede ayudar el realizar un movimiento de arriba hacia abajo y leve giro, al tiempo que se tira con los dedos de ella, y se sujeta el cuerpo con la otra mano. 

Después tenemos varias opciones. Hay quien opta por cortar también toda la sección de las patas, a cuchillo o tijera, aunque si el langostino es de calidad no hace falta tomarse esta molestia. Basta con levantar con el dedo la primera sección del caparazón y retirar así las dos primeras, pelándolas. A continuación, se sujeta el extremo pelado y se aprieta la cola con la otra; solo queda tirar con firmeza, pero con suavidad, para extraer todo el caparazón restante.

Gambas 2
Gambas 2 / Fuente: Unsplash

Una vez limpio el cuerpo ya solo resta sacar el intestino, si está presente. Normalmente se asoma por el extremo de la cabeza, como un puntito negro; puede ser suficiente con sacarlo con los dedos si sobresale unos milímetros, pero es más fácil emplear un palillo, brocheta o punta de cuchillo pequeño afilado. Sujetando la gamba recta, en vertical, se pincha y se tira hacia arriba suavemente.

En otras ocasiones será más fácil acceder por la parte inferior, o, si no asoma por ningún extremo, podremos pinchar en medio del lomo con la brocheta para extraer la tripa por ahí. En crudo debería ser elástica. Si este paso se nos resiste o es demasiado fina, siempre podemos practicar un corte fino con el cuchillo a lo largo de todo el lomo; la tripa quedará al descubierto y será fácil sacarla con el mismo filo.