No toda el agua embotellada es igual, y al elegir una marca u otra es importante tener en cuenta varios factores que pueden afectar tanto a la salud como al impacto ambiental. Aunque el agua puede parecer un producto sencillo, hay diferencias significativas en su origen, composición y proceso de envasado. Estos aspectos influyen en su calidad, sabor y beneficios, por lo que es crucial aprender a interpretar las etiquetas y comprender qué características son las más relevantes.

La elección del agua es importante para tu salud general

Uno de los primeros aspectos a considerar es el origen del agua. Las aguas embotelladas pueden provenir de manantiales, acuíferos subterráneos o incluso de fuentes municipales que han sido filtradas. El agua de manantial o mineral natural suele ser la opción más valorada, ya que proviene de fuentes naturales protegidas y generalmente contiene minerales beneficiosos para la salud, como calcio, magnesio y sodio, que le otorgan propiedades únicas. El agua tratada, por otro lado, puede haber sido purificada mediante procesos como la ósmosis inversa, lo que elimina impurezas pero también minerales importantes.

No todas las aguas son iguales / Foto: Unsplash

El contenido mineral del agua embotellada es otro factor clave. La cantidad y el tipo de minerales que contiene el agua pueden variar significativamente entre diferentes marcas. Algunas personas prefieren aguas con un alto contenido mineral por los beneficios para la salud, mientras que otras optan por aguas más ligeras, con bajo contenido en sodio o sales, especialmente aquellas con problemas de hipertensión o personas que buscan una hidratación más simple. La etiqueta de cada botella debería indicar claramente la composición mineral, permitiendo al consumidor elegir según sus necesidades.

El contenido mineral del agua embotellada es un factor clave

Otro punto a tener en cuenta es el nivel de pH del agua. El pH indica si el agua es ácida, neutra o alcalina. Muchas aguas embotelladas tienen un pH neutro o ligeramente alcalino, lo que es adecuado para la mayoría de las personas. Sin embargo, algunas aguas alcalinas son promocionadas por sus supuestos beneficios para equilibrar la acidez en el cuerpo, aunque estas afirmaciones aún no tienen consenso científico sólido.

Botellas de agua / Foto: Unsplash

El material del envase también es importante. La mayoría de las aguas vienen en botellas de plástico PET, que aunque reciclables, pueden tener un impacto ambiental significativo si no se gestionan correctamente. También existen opciones en vidrio o botellas reutilizables, que son más sostenibles. Por último, es recomendable prestar atención a la marca y sus prácticas ambientales, ya que algunas compañías están más comprometidas con la sostenibilidad y la reducción de su huella de carbono que otras.