Ya hace semanas y meses que cada martes el quesero Xevi Miró nos explica historias y conceptos sobre el fascinante mundo de los quesos. Él es copropietario del establecimiento Llet Crua una quesería que, si no os habéis fijado nunca, se basa en el eslogan "afines a los quesos". ¿Sin embargo, qué es un afinador? Esta duda general y lógica es el que nos resolverá en este vídeo el experto quesero de Sants. ¡Somos!
El afinador de los quesos: la profesión desconocida
En el vasto y delicioso mundo de los quesos, hay tres profesiones fundamentales que se entrelazan para traer a los amantes del queso una experiencia sublime: el pastor, el vendedor y el afinador. Cada uno tiene un papel crucial en el proceso de producción y disfrute de este producto delicioso. El pastor, con su profundo conocimiento del ganado y los pastos, cuida y alimenta las ovejas, cabras o vacas que proporcionan la leche base para elaborar los quesos. "Su tarea es esencial para garantizar la calidad y la pureza de la materia prima", explica Xevi.
El vendedor, a menudo ubicado en mercados locales, tiendas especializadas o incluso en línea, es el intermediario entre el productor y el consumidor. Con un profundo conocimiento de los quesos que ofrece, el vendedor asesora a los clientes sobre los diferentes tipos, sabores y maridajes, ayudándolos a encontrar el queso perfecto para satisfacer sus gustos.
Pero quizás la profesión más intrigante y especializada en el mundo de los quesos sea la del afinador. El afinador de quesos es un artesano dedicado cuya tarea esencial es transformar un queso joven y prometedor en una obra maestra madura y llena de sabor. El proceso de afinado implica con cuidado controlar las condiciones de temperatura, humedad y ventilación en cámaras especiales de maduración. Es la persona responsable que el producto se ponga en venta al momento óptimo de maduración. Durante semanas, meses o incluso años, el afinador vigila y gira los quesos regularmente, inspeccionando la evolución y el desarrollo. Este proceso es crucial, ya que durante la maduración, los sabores se intensifican, las texturas se vuelven más complejas y los matices aromáticos se profundizan.
De ordinario a extraordinario: la tarea del afinador
El afinador no solo domina las técnicas de maduración, sino que también tiene un paladar excepcionalmente afinado. Utilizando su experiencia y sensibilidad, puede distinguir los momentos óptimos para el consumo de cada tipo de queso, asegurando que alcance su máximo potencial de sabor y calidad. Es un maestro en el arte de transformar aquello ordinario en extraordinario, elevando un simple producto lácteo a la categoría de exquisitez culinaria. Su dedicación y habilidad son un testigo del profundo amor y respeto por la tradición y la excelencia en el mundo del queso.