La leche vegetal, en realidad, no es leche. Según el diccionario, la leche es un "fluido blanco o amarillento segregado por las glándulas mamarias de las hembras de los mamíferos". Y como es evidente, la vegetal no sale de los animales, sino que se obtiene de las plantas. Sin embargo, se trata de un producto cada vez más popular, pero del cual seguramente sabes menos cosas de lo que te piensas.
Cómo se obtiene la leche vegetal
Las bebidas vegetales más populares son las de soja, de avena, de arroz, de almendra, de coco, de quinoa, de sésamo, de avellana, de cáñamo, de trigo sarraceno... y las combinadas, como las de arroz y coco, de arroz y avellana, de avena y almendras, etc. Para obtenerla, el proceso más habitual es poner a remojo los vegetales para después triturarlos, filtrarlos y añadir sabores o aromas. En función del vegetal y el tipo de leche que se quiera obtener, el proceso de elaboración puede variar.
No se las puede etiquetar como leche. Solo hay dos excepciones, la de almendras y la de coco, que sí que se las puede considerar como leche por su uso tradicional
Aunque su popularidad ha ido en aumento los últimos años, las bebidas vegetales se consumen desde hace unos dos mil de años. Aunque ahora las concebimos como equivalentes vegetales de la leche, en realidad no se las puede etiquetar como leche. Solo hay dos excepciones, la de almendras y la de coco, que sí que se las puede considerar como leche por su uso tradicional.
La lactancia de los niños
Tal como recomienda la Generalitat de Catalunya, las bebidas vegetales no son adecuadas para la lactancia infantil. "La única alternativa para los bebés con alergia a la proteína de leche de vaca son fórmulas extensamente hidrolizadas o bien fórmulas de soja. En niños de menos de un año, las bebidas vegetales comerciales o las fórmulas caseras no se tienen que utilizar en ningún caso para sustituir la leche materna o la fórmula comercial."
El consumo de bebidas de arroz se desaconseja en niños de menos de 6 años por su contenido en arsénico
Por otra parte, "para los bebés de más de un año que no quieran o no puedan beber leche de vaca, se recomienda una bebida de soja, sin azúcar añadido y enriquecida con calcio. Su consumo no perjudica ni el crecimiento, ni el desarrollo, ni la salud ósea, metabólica, reproductiva, endocrina o neurológica, de los niños de cualquier edad." Finalmente, "el consumo de bebidas de arroz se desaconseja en niños de menos de 6 años por su contenido en arsénico".