La sal de Cardona es un auténtico tesoro natural con una historia fascinante que se remonta a millones de años. Su origen se encuentra en un mar antiguo que cubría la Catalunya central y que, tras un lento proceso de evaporación, dejó tras de sí un inmenso depósito salino. Este fenómeno ocurrió hace aproximadamente 36 millones de años, formando el impresionante diapiro salino de Cardona, una de las maravillas geológicas más singulares de Europa.
El curioso origen de la sal de Cardona
Desde tiempos inmemoriales, la sal de Cardona ha sido apreciada por sus propiedades únicas y su gran pureza. De hecho, ha sido explotada de manera continua desde el Neolítico medio, hace más de 6.500 años, y fue utilizada por diversas civilizaciones, incluyendo los íberos y los romanos. La extracción de la sal ha sido una parte fundamental del desarrollo de la región, convirtiéndola en un punto estratégico de comercio y en una fuente de riqueza para sus habitantes.
Lo que distingue a la sal de Cardona de otras sales del mundo es su excepcional capacidad saladora y las virtudes medicinales que le han sido atribuidas por la sabiduría popular a lo largo de los siglos. Se considera una de las mejores sales del mundo, ya que su grado de pureza es altísimo: contiene un 99,97% de cloruro sódico, lo que la hace ideal tanto para el consumo como para otros usos industriales y terapéuticos.
La sal de Cardona se distingue por su excepcional capacidad saladora y las virtudes medicinales
El proceso de obtención de esta sal es completamente natural y se basa en triturar la roca extraída del corazón del diapiro salino de Cardona. Este método garantiza que la sal conserve todas sus propiedades sin necesidad de tratamientos adicionales. Su blancura y su textura la hacen inconfundible, y su potente sabor permite utilizar menos cantidad en la cocina para obtener el mismo efecto que con otras sales convencionales. Además de su uso culinario, la sal de Cardona ha sido empleada a lo largo de la historia con fines medicinales. Sus propiedades han sido utilizadas en la antigüedad para tratar diversas afecciones, y su riqueza en minerales la hace un complemento ideal para baños terapéuticos y tratamientos de relajación.
Hoy en día, aunque la explotación comercial de la sal en Cardona cesó en 1990, el legado de esta joya natural sigue vivo. La montaña de sal de Cardona es un destino turístico único donde los visitantes pueden descubrir la historia de este yacimiento y maravillarse con las formaciones geológicas que han permanecido ocultas durante millones de años. La sal de Cardona no es solo un ingrediente, sino una parte fundamental de la historia de Catalunya y un testimonio de la conexión entre la tierra, el tiempo y la humanidad.