El pan de queso en sartén es una receta rápida, fácil y absolutamente deliciosa, perfecta para quienes buscan una opción casera sin necesidad de horno. Su preparación es tan sencilla que en solo 10 minutos podrás disfrutar de un pan dorado por fuera, tierno por dentro y con el queso derretido que lo hace irresistible. Además, los ingredientes son básicos y accesibles: harina, agua, sal, levadura y queso. No necesitas ser un experto en panadería para lograr un resultado espectacular. El secreto está en amasar bien la masa, dejarla reposar el tiempo suficiente y cocinarla a fuego medio para que se dore sin quemarse. Lo mejor de esta receta es su versatilidad: puedes personalizar el relleno agregando ingredientes como jamón, panceta, salame o cebolla caramelizada. Ya sea como aperitivo, parte de una picada o acompañamiento de platos principales, este pan se convertirá en una opción recurrente en tu cocina.
Pan de queso en sartén: la adictiva receta fácil en 10 minutos
Para prepararlo, comienza colocando 250 gramos de harina en un recipiente y haz un hueco en el centro. Agrega 160 mililitros de agua templada con 5 gramos de sal y mezcla bien hasta disolverla. Luego, incorpora 3 gramos de levadura seca, removiendo hasta obtener una masa homogénea. Si usas levadura fresca, disuélvela previamente en el agua antes de añadirla. Lleva la masa a una superficie enharinada y amasa durante cinco minutos, hasta que tenga una textura sedosa. Engrasa un recipiente con un poco de aceite, coloca la masa dentro y cúbrela con papel film. Déjala reposar hasta que duplique su tamaño.

Cuando la masa esté lista, pásala a una superficie enharinada, amásala ligeramente para desgasificarla y divídela en cuatro porciones iguales. Estira cada porción y coloca en el centro dos lonchas de queso. Luego, cierra bien los extremos, asegurando que el queso quede completamente sellado dentro de la masa. Calienta una sartén a fuego medio y cocina los panes durante cuatro minutos por cada lado, tapando la sartén para que el vapor facilite la cocción.

El resultado será un pan con corteza crujiente y relleno cremoso, ideal para cualquier ocasión. Puedes servirlo recién hecho, disfrutando del queso derretido, o acompañarlo con una salsa casera. Si buscas un toque extra de sabor, experimenta con diferentes tipos de queso, como roquefort, provolone o mozzarella. Esta receta es una alternativa perfecta para quienes aman el pan casero, pero no quieren complicarse con largos procesos de horneado. Una vez que pruebes este pan de queso en sartén, se convertirá en un clásico en tu cocina.