El frutipan o árbol del pan, es un árbol frutal que lleva el nombre científico de Artocarpus Altilis y que pertenece a la familia de las moráceas. También se le conoce como fruta de pan y es un sustituto del propio pan que te animamos a conocer por sus propiedades y su fácil digestión. Desde mediados del siglo XVIII, el frutipan se ha sembrado en todo el mundo al considerarse un alimento barato y muy nutritivo. Su nombre hace referencia a la textura de la fruta cuando se cocina, similar al pan recién horneado y con un sabor parecido al de la patata. De hecho, se utiliza como alimento de subsistencia en línea con otros alimentos básicos como el arroz, la batata, el taro, el banano y el coco en muchos países de Asia Oriental, Micronesia, Polinesia y el Caribe.
Su alta versatilidad permite comerlo de muchas formas diferentes: verde o maduro, crudo u horneado. Pero lo más curioso es que el frutipan se puede convertir en harina. Y la harina del frutipan es la más buscada por aquellos que buscan productos sin gluten. Su pulpa tiene más fibra que la de la yaca, lo que la convierte en un excelente laxante natural. La fibra dietética ayuda a reducir el colesterol en la sangre al prevenir su absorción en el intestino, además reduce la obesidad, la presión arterial y ayuda a proteger la mucosa del colon.
Su pulpa tiene más fibra que la de la yaca, lo que la convierte en un excelente laxante natural
Según datos del National Tropical Botanical Garden de Hawai, una de las zonas tradicionales de cultivo del árbol de la fruta del pan, una porción de unos 100 gramos de fruta del pan en rodajas contiene 32 gramos de carbohidratos, mientras que la misma porción de una patata contiene aproximadamente 16 gramos de carbohidratos y una porción de 1/2 taza de arroz contiene aproximadamente 29 gramos de carbohidratos Puede parecer mucho, pero son carbohidratos complejos y se descomponen más lentamente que los que se encuentran típicamente en las papas.
Además, cuenta con la ventaja adicional de más fibra (de esos 100 gramos, 6 gramos son de fibra) y un índice glucémico más bajo. Esto ayuda a asegurar que nuestros cuerpos absorban más nutrientes, se sientan más llenos por más tiempo y eviten los picos de azúcar en la sangre. Una mayor ingesta de fibra dietética se asocia con un menor riesgo de enfermedad cardíaca; un mejor control sobre los niveles de azúcar en sangre y colesterol, dos grandes factores imprescindibles para la salud cardíaca. Y es que los fitoquímicos que contiene también protegen al corazón de la aterosclerosis (la creación de placas que, con los años, pueden llegar a obstruir los vasos sanguíneos). Por todo esto se considera que la fruta del pan contribuye a la prevención de enfermedades cardiovasculares.
Las semillas también son comestibles y se pueden tostar, hervir o moler para hacer harina. Un indicativo de que el fruto ya está listo para ser cosechado es que se pueden observar pequeñas gotas de látex (así se le denomina a su savia) en la superficie. Este látex también puede recolectarse al cortar la planta y se utiliza como pegamento o como ingrediente en la medicina tradicional.