Con la Navidad a la vuelta de la esquina, el panetone se convierte en protagonista de las mesas festivas. Este icónico dulce italiano ha encontrado su lugar en la gastronomía catalana, gracias a maestros reposteros que elevan su elaboración a un verdadero arte. Hoy desvelamos los trucos de un reconocido repostero catalán que garantizan un panetone perfecto: tierno, esponjoso y lleno de sabor.
Los trucos del panetone casero
El alma del panetone está en su masa madre, un cultivo natural de levaduras y bacterias que aporta un aroma único y una textura que se mantiene fresca durante días. La clave está en cuidarla con mimo: cada día se alimenta con harina y agua para mantenerla viva y activa.
En el proceso inicial, se realiza un “primer empaste” mezclando la masa madre con harina, agua, mantequilla, yema de huevo, azúcar de coco y panela. Este debe reposar unas 16 horas, tiempo suficiente para triplicar su volumen y desarrollar sus propiedades únicas.
Ingredientes de máxima calidad
Para este repostero, la calidad de los ingredientes es innegociable. El uso de mantequilla de Normandía y aceite de oliva virgen extra aporta una riqueza de sabor y una textura incomparable. Además, la raspa pura de vainilla de Madagascar sustituye a los aromas artificiales, dando un toque aromático natural y sofisticado.
El uso de mantequilla y aceite de oliva virgen extra aporta una riqueza de sabor y una textura incomparable
El endulzante también marca la diferencia: en lugar de azúcar refinado, se opta por azúcar de coco y panela, que no solo ofrecen un perfil nutricional más saludable, sino que también realzan el sabor final.
El toque final está en los ingredientes que definen el estilo del panetone. Para el de frutas, se utilizan naranjas confitadas de Castellón preparadas con un 50% menos de azúcar que las convencionales, logrando un equilibrio perfecto entre dulzor y frescura.
En la versión de chocolate, la cobertura "bean-to-bar" hecha con cacao orgánico vegano asegura un sabor intenso y una textura inigualable en cada bocado.
Horneado y enfriado: pasos cruciales
Tras una segunda fermentación de 6 a 8 horas, los panetones se hornean con una cobertura de panela crujiente, dejando de lado el tradicional azúcar perlado. El toque final es enfriarlos boca abajo, una técnica que conserva su volumen y esponjosidad hasta el último momento.
Estos secretos, fruto de la dedicación y el amor por la repostería, transforman el panetone en una experiencia única. Con paciencia y los ingredientes adecuados, puedes recrear este icono navideño en casa y disfrutar de un dulce que despierta los sentidos.