El pez mantequilla, conocido también como Ruvettus pretiosus o escolar, es un pescado que a simple vista puede parecer una opción deliciosa y exótica en la gastronomía, pero que esconde algunos peligros que han llevado a su prohibición en varios países. Su carne, de textura suave y sabor graso, es muy apreciada en la cocina japonesa y en algunos restaurantes de lujo, pero la realidad es que su consumo puede tener consecuencias desagradables para la salud.
Por qué el pez mantequilla está prohibido en algunos países
El principal motivo de la prohibición del pez mantequilla radica en su contenido de ésteres de cera, un tipo de grasa que el cuerpo humano no puede digerir. Estos ésteres de cera, también conocidos como gempilotoxinas, representan hasta un 20% de su peso corporal. Al no ser digeridos, pasan por el sistema digestivo intactos y pueden causar efectos laxantes severos. El consumo de este pescado puede resultar en una condición conocida como “diarrea oleosa”, que no solo es incómoda, sino que también puede causar deshidratación y malestar gastrointestinal. Los síntomas asociados a esta afección incluyen diarrea de aspecto aceitoso, cólicos abdominales y, en casos más severos, náuseas y vómitos. Estos efectos suelen presentarse entre 30 minutos y 36 horas después del consumo. Debido a la severidad y la frecuencia con la que ocurren, algunos países han decidido prohibir la venta y distribución del pez mantequilla para proteger la salud pública.
Países como Japón, Italia y Estados Unidos tienen restricciones o regulaciones específicas sobre la venta de este pescado. En Japón, aunque no está prohibido completamente, se requiere que el pez escolar sea etiquetado claramente con advertencias sobre sus posibles efectos secundarios. En Italia y Canadá, la venta está totalmente prohibida. En Estados Unidos, la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) recomienda evitar su consumo y ha alertado sobre sus posibles riesgos.
El pez mantequilla también ha sido objeto de controversia por cuestiones de etiquetado
Además de los problemas digestivos, el pez mantequilla también ha sido objeto de controversia por cuestiones de etiquetado. Muchas veces, este pescado se vende bajo nombres alternativos como "pez blanco" o "bacalao blanco", lo que puede llevar a los consumidores a comprarlo sin conocer los riesgos asociados. Esta falta de transparencia ha generado confusión y preocupación, especialmente entre los consumidores que buscan opciones de mariscos saludables. Aunque el pez mantequilla puede parecer una elección culinaria interesante, sus efectos adversos sobre la salud han llevado a su prohibición en varios países. La falta de regulación y la desinformación agravan el problema, haciendo que sea crucial para los consumidores estar bien informados sobre los riesgos antes de decidir incluirlo en su dieta.