Cada vez se habla más de reducir el desperdicio de alimentos y aprovechar todas las partes de los productos que consumimos. Uno de los elementos menos conocidos en este sentido es la piel de los plátanos. Aunque normalmente desechamos esta cáscara, es comestible y tiene propiedades nutricionales muy interesantes. Además, hay otros alimentos que, aunque solemos tirar a la basura, pueden aprovecharse en la cocina. Hoy exploraremos la piel de plátano, la cáscara de limón, el corazón de la manzana y la cáscara de la sandía.

Alimentos que no sabías que te podías comer

Piel de plátano

La piel de plátano es rica en fibra, potasio y antioxidantes. En muchas culturas se consume de diferentes formas: se puede cocinar y añadir a platos como guisos o curris, e incluso puede emplearse para preparar postres como pasteles o smoothies. La clave está en lavar bien la cáscara y cocerla para ablandarla, reduciendo su sabor ligeramente amargo. Se ha demostrado que esta parte del plátano tiene propiedades que ayudan a regular la digestión y los niveles de azúcar en sangre.

La piel del plátano es rica en fibra, potasio y antioxidantes / Foto: Unsplash
La piel del plátano es rica en fibra, potasio y antioxidantes / Foto: Unsplash

Cáscara de limón

La cáscara de limón suele utilizarse en repostería, pero pocas veces la aprovechamos en su totalidad. Rica en vitamina C, antioxidantes y aceites esenciales, es ideal para dar un toque fresco a muchas recetas. La ralladura se puede incorporar en salsas, ensaladas o infusiones, y la cáscara completa se puede caramelizar o usar para hacer un delicioso jarabe de limón casero. Además de su sabor, la cáscara tiene propiedades antimicrobianas y digestivas.

Incorporar estos elementos en la dieta no solo es beneficioso para la salud, sino también para el medioambiente

Corazón de manzana

El corazón de la manzana contiene nutrientes y fibra, que ayudan a la digestión y a mantener el colesterol bajo control. Aunque a veces su textura es más dura, se puede incluir en batidos o cocerlo para obtener una textura más blanda. También se puede usar para preparar compotas, mermeladas o caldos de fruta. La semilla contiene trazas de amigdalina, un compuesto que en exceso puede ser dañino, pero en cantidades pequeñas, su consumo no representa un problema.

Los nutrientes del corazón de la manzana ayudan a frenar el colesterol / Foto: Unsplash
Los nutrientes del corazón de la manzana ayudan a frenar el colesterol / Foto: Unsplash

Cáscara de sandía

La cáscara de la sandía es una parte rica en fibra, vitamina C y aminoácidos. En países como China se consume de manera habitual, ya sea en guisos o en ensaladas. Se puede encurtir, saltear o licuar para hacer jugos. Su sabor suave permite combinarla con otros vegetales, y puede dar un toque crujiente a diversas preparaciones. Incorporar estos elementos en la dieta no solo es beneficioso para la salud, sino también para el medioambiente. Con pequeños cambios como este, podemos hacer que nuestra cocina sea más sostenible y creativa.