Con la llegada del mes de noviembre, los días ya empiezan a hacerse mucho más cortos, las lluvias son más frecuentes (aunque este 2022 está costando) y las temperaturas descienden notablemente por las noches respecto a los meses anteriores. Aun así, si analizamos con detenimiento el calendario del huerto en noviembre, vemos como continúa siendo un mes muy activo en cuanto a actividades a realizar en él. Con el frío, las hortalizas de verano paralizan su producción e incluso muchas de ellas mueren. Es, por lo tanto, un buen momento para acabar de limpiar el huerto de las hortalizas y verduras que finalizan la temporada, como por ejemplo los tomates, las berenjenas o los pimientos. Al arrancar estas plantas, aprovecharemos para remover la tierra y llevar a cabo un abonado orgánico a fondo, sea incorporando un compuesto, estercolada u otras materias orgánicas ideales para mejorar el estado de la tierra. Es una buena práctica mezclar las hojas secas del jardín con la tierra para incrementar el nivel de materia orgánica en fase de descomposición, muy importante para el ciclo de vida de muchos microorganismos de la tierra.
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Hortalizas y verduras de noviembre
Con las bajas temperaturas llegan los daños a las plantas más sensibles. Para ello podemos utilizar mallas o mantas térmicas con las que cubrir las plantas durante aquellas noches en las que el frío se presenta con más riesgo. Si revisamos la relación de hortalizas de otoño e invierno, vemos que es un buen mes, junto con el anterior, para realizar las siembras. Entre las especies más adecuadas para esta época del año se encuentran las espinacas, las acelgas, las cebollas para primavera (incluso el calçot tan típico en Catalunya), el puerro, los rábanos, los canónigos, las habas, los ajos, un gran número de coles (coles de Bruselas, romanesco, coliflor, brócoli, repollo…), las variedades de lechugas de invierno, escarolas, endivias, etc.
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Consejos a la hora de plantar
Si tenemos semilleros o hemos optado directamente por su compra, trasplantaremos las plántulas al marco definitivo característico de cada especie. En cambio, si optamos por la compra de sobres de semilla, empieza a ser un poco tarde para las siembras directas sin protección (salvo las habas o ajos). Lo ideal es hacerlo en el invernadero si tenemos o en cajoneras resguardadas del frío. Eso sí, una vez germinadas deben de aclimatarse para que el cambio al terreno definitivo no sea muy brusco.
Si te apasionan las alcachofas, todavía es un buen momento para plantarlas o si ya lo hicimos durante el mes pasado, reponer los fallos que se hubiesen producido. Se recomienda recurrir a alcachofas enraizadas en maceta para evitar fallos en su cultivo y obtener un desarrollo más rápido en él. Por último, si tenemos fresas en cultivo desde hace varios años, podemos arrancarlas, limpiar las matas, dividirlas si procede y plantarlas en una zona nueva. En breve volverán a arraigar y tras el reposo invernal brotarán y volverán a producir con fuerza. En conclusión, noviembre bajo ningún concepto es un mes en el que tengamos pocas opciones en nuestro huerto. Anímate a sacar el máximo partido a este mes, que además este año está retardando la llegada del frío invernal.