El café es una de las bebidas más populares del mundo y muchas personas lo preparan a diario con una cafetera italiana. Sin embargo, un reciente estudio del investigador Juan C. Luján, de la Universidad Tecnológica Nacional de Argentina, ha revelado que el aluminio presente en estos utensilios puede liberarse en cantidades preocupantes durante su uso. Esta exposición podría estar relacionada con trastornos neurológicos como el Alzheimer, la pérdida de memoria y otras afecciones cerebrales. Ante estos hallazgos, quizás sea momento de reconsiderar si las cafeteras de aluminio son la mejor opción para preparar nuestro café diario o deberíamos buscar otras alternativas.

Peligros de la cafetera italiana de aluminio

La investigación analizó cómo distintos materiales de cocina afectan la composición del agua y los alimentos al ser calentados. Los resultados fueron inquietantes: en algunos casos, la cantidad de aluminio en el agua aumentó hasta ocho veces por encima de los niveles considerados seguros en Argentina y hasta dieciséis veces según las normativas de Canadá. Este incremento varía según el tipo de agua utilizada, siendo mayor cuando el agua es más ácida o alcalina, lo que puede suceder con el café. Es decir, si preparas tu bebida en una cafetera de aluminio, podrías estar consumiendo más de este metal de lo que imaginas.

Estudio sobre la cafetera italiana / Foto: Unsplash
Estudio sobre la cafetera italiana / Foto: Unsplash

Pero, ¿por qué esto debería preocuparnos? El aluminio es un metal que, aunque presente en el medio ambiente, no es esencial para el cuerpo humano y su acumulación en el organismo puede ser dañina. Se ha encontrado una relación entre la exposición prolongada a este metal y enfermedades neurológicas, como el Alzheimer y la demencia. Además, algunos estudios sugieren que el aluminio puede afectar el funcionamiento de las neuronas y contribuir al deterioro cognitivo con el tiempo. Aunque todavía hay debate científico al respecto, cada vez hay más evidencias que respaldan la necesidad de reducir su consumo.

Este problema no solo afecta a las cafeteras

Este problema no solo afecta a las cafeteras. Las latas de bebidas, ciertos envases de aluminio e incluso algunos medicamentos antiácidos también pueden aumentar la exposición a este metal. Sin embargo, evitar el contacto del aluminio con bebidas calientes y ácidas, como el café, es una medida sencilla para reducir los riesgos. Una alternativa más segura es utilizar cafeteras de acero inoxidable o vidrio, que no liberan sustancias potencialmente perjudiciales y además preservan mejor el sabor del café.

Cafeteras, en el punto de mira / Foto: Unsplash
Cafeteras, en el punto de mira / Foto: Unsplash

Si usas una cafetera italiana de aluminio, puede que haya llegado el momento de cambiarla. Aunque su diseño tradicional y su practicidad la han convertido en un clásico, los riesgos asociados con la liberación de aluminio hacen que no sea la mejor opción para la salud. Optar por materiales más seguros puede marcar una diferencia a largo plazo en nuestro bienestar.

Este artículo ha sido elaborado con la ayuda de IA y supervisado por un periodista de ElNacional.cat.