El pollo al horno es uno de los platos más icónicos en las mesas catalanas durante los domingos. Esta tradición, que hoy une a familias en torno a un festín de aromas y sabores, tiene un origen fascinante que se remonta al siglo IV a. C., cuando los antiguos griegos trajeron las primeras aves domésticas a la península ibérica. Desde entonces, el pollo se ha convertido en un símbolo de celebración y abundancia, especialmente en Cataluña.
¿Por qué el pollo al horno es el plato del domingo en Catalunya?
Los griegos, establecidos en colonias como Emporion (la actual Empúries), introdujeron a los pueblos locales no solo conocimientos comerciales y culturales, sino también especies animales, entre ellas el pollo. Aunque inicialmente este animal era más valorado por sus huevos que por su carne, su cría comenzó a extenderse poco a poco gracias a su adaptabilidad y su aporte a la alimentación.
Con el tiempo, el pollo dejó de ser exclusivo de las élites griegas y pasó a ser criado también por las comunidades íberas. No obstante, su consumo seguía siendo limitado y reservado para ocasiones especiales debido a su costo y al esfuerzo necesario para criarlo.
Una tradición que conecta a las familias catalanas con su historia
El pollo como símbolo de estatus y celebración
Durante la Edad Media, la domesticación del pollo se expandió por toda Europa, y en Catalunya ganó un lugar privilegiado en la gastronomía festiva. Las familias más ricas comenzaron a incorporar el pollo en sus banquetes, especialmente asado al horno, una técnica que resaltaba su sabor natural y permitía agregar hierbas y especias que comenzaban a popularizarse gracias al comercio. Con el tiempo, el pollo al horno dejó de ser un lujo exclusivo y se convirtió en una tradición semanal en los hogares catalanes. El domingo, día de descanso y reunión familiar, se consideraba el momento ideal para disfrutar de este plato. En muchas recetas tradicionales catalanas, el pollo se acompaña de ingredientes locales como ciruelas, piñones o setas, que realzan su sabor y refuerzan el carácter festivo de la comida.
Un legado que perdura
Hoy en día, el pollo al horno sigue siendo el plato estrella de los domingos en Catalunya, uniendo a generaciones en torno a la mesa. Aunque las técnicas de preparación han evolucionado y los ingredientes pueden variar, el espíritu de esta tradición permanece intacto. Así, el pollo al horno no es solo un manjar, sino también un testimonio de cómo la cocina catalana ha sabido integrar influencias históricas y adaptarlas a su identidad. Una tradición que conecta a las familias catalanas con su historia y con el placer de compartir una buena comida.