El color del queso es un factor que a menudo no se tiene en cuenta a la hora de comer. Seguramente no será tan importante a la hora de comérselo como lo es el sabor o el aroma, ¿pero por qué hay quesos de diferentes colores? ¿Qué hace que una pieza sea más blanca o más amarillenta? Hoy te explicamos todos los secretos detrás del color del queso para que puedas degustarlos siempre con los cinco sentidos.

 

Los quesos se pueden clasificar, a grandes rasgos, en dos franjas de colores: blancos y amarillos. Aparte, tendríamos los quesos azules, que tienen sus propios colores, pero para hacerlo sencillo, ponemos estas dos categorías. Lo primero que conviene saber es con qué tipo de leche se ha hecho el queso; pero sobre todo hay que tener presente que, en realidad, colores hay muchos y que solo estamos hablando de la pasta, ya que si nos ponemos con las cortezas no acabaríamos nunca.

La cosa se pone más divertida con las vacas. En este caso, hablamos solo de los quesos de vaca envejecidos

Los quesos de cabra son siempre blancos, independientemente de si son jóvenes o viejos. Un color como el del típico rulo de cabra que te encuentras en muchas ensaladas, pero con quesos de cualquier calidad. En el caso de los quesos de oveja, sin embargo, sí que dependerá de la edad. Cuanto más jóvenes sean, más blanca tendrán la pasta; por el contrario, cuanto más viejos, más tenderán a un color amarillento, un tipo de ocre a medio camino entre blanco y amarillo.

La cosa se pone más divertida con las vacas. En este caso, hablamos solo de los quesos de vaca envejecidos. Tendrá un color que tenderá más al blanco o al amarillo, en función de si la vaca ha comido más hierba o menos. Si la vaca ha podido alimentarse bien a base de hierba, el queso tenderá a tener tonalidades más amarillas. Pero si el animal no ha podido comer hierba y ha tenido que alimentarse con forraje, entonces el queso será de color más blanquecino.

Antiguamente se pagaba más por los quesos amarillos que por los blancos

El origen de la diferencia de color de los quesos de vaca envejecidos se sabe desde hace mucho tiempo. Es por eso que antiguamente se pagaba más por los quesos amarillos que por los blancos, porque se sabía que la vaca había comido hierba. Pero esta diferencia se acabó cuando a alguien se le ocurrió poner colorante amarillo en el queso blanco. Entonces ya no se podía distinguir entre un queso amarillo natural y uno de teñido con colorante. Antes se utilizaba zanahoria o azafrán, pero hoy en día se utiliza como colorante un arbusto procedente de América que se llama 'annatto', el mismo pigmento que sirve para pintar la carne de cerdo a la 'cochinita pibil'.