Claro está que tenemos que hacer entrevistas a cocineros y cocineras para indagar en sus historias, carreras y dar altavoz a personajes ilustres del sector de la gastronomía. Ahora bien, en este intento de divulgar la gastronomía catalana y los chefs más icónicos, los periodistas a la hora de pensar y emitir las preguntas pueden pecar de un grave enfoque. Es lo que ha denunciado la cocinera Maria Nicolau a través de las redes, harta de escuchar una entrevista tras otra la misma pregunta que reciben solo las cocineras, pero no los cocineros hombres.
La pregunta que no se tiene que hacer a las cocineras catalanas
Al pie de cañón en todas las luchas y reivindicaciones, Nicolau no es una persona que calle ante las injusticias y aquello que ella considera que hay que aleccionar. “No les hagáis más a ellas la pregunta de la conciliación. Basta de alimentar el mito de la superheroína. Hacedlas a ellos. Adoptamos su normalidad”, tuiteaba en la red social X. La chef residente en Vilanova de Sau es recurrente a los comentarios en las redes que apuntan en esta línea y en otros debates gastronómicos y sociales para decir la suya.

De hecho, la chef de 42 años fue entrevistada por La Gourmeteria hace casi un año. La pregunta que formulábamos era la siguiente: Comentas que en marzo del 2023, cuando tomas esta decisión [dejar de ser la jefa de cocina del Ferrer de Tall], una parte es para dedicar más tiempo a tu hija. No he leído nunca un cocinero hombre decir esta frase. A continuación, la respuesta de Nicolau que anunciaba qué vivía ella en torno a esta reiterada pregunta.
No els feu més a elles la pregunta de la conciliació. Prou d'alimentar el mite de la superheroina.
— Maria Nicolau (@MAlbercocs) February 12, 2025
Feu-la a ells.
Adoptem la seva normalitat.
Es acojonante. ¿Te das cuenta de ello? Es gravísimo. O sea, no pasa nunca. Hay entrevistas a cocineras o grandes chefs como la Begoña Rodrigo o Fina Puigdevall, en las que les preguntan si echan de menos a sus hijos y cómo han podido conciliar. ¿Alguno de los grandes chefs de este país, cuando les hacen una entrevista, les preguntan, y cómo te lo haces por conciliar? No nos pasa por la cabeza esta pregunta, porque damos por hecho que no es trabajo suyo. Y entonces, paralelamente, en otra entrevista diferente, nos preguntaremos, cómo es que no hay mujeres en las fotografías de los grandes congresos gastronómicos. Escucha, estas dos entrevistas, ponlas la una sobre la otra, y a ver qué puntos se tocan.
La alimentación es una necesidad tan básica, primordial y esencial como lo es respirar, como lo es comunicarse, como lo es moverse, como lo es saber. Forma parte de aquella clase de cosas que si no funcionan bien enfermas. Por lo tanto, saber cocinar un poco forma parte de la alfabetización básica para ser un adulto autónomo. Tan cierto es eso, como el hecho de que la educación de los hijos se corresponde a los dos progenitores de manera equitativa, y eso es lo que denuncia Maria Nicolau, que ante tantas cuestiones que se hace sobre la conciliación a las mujeres, se olvida —por inocencia o por mala fe— de preguntar lo mismo a los hombres.