Los antinutrientes son compuestos naturales que se encuentran en ciertos alimentos, principalmente de origen vegetal, y que pueden dificultar la absorción de algunos nutrientes esenciales en el organismo. Aunque su nombre puede sonar alarmante, no son tóxicos ni necesariamente perjudiciales cuando se consumen en cantidades moderadas. De hecho, muchos alimentos que contienen antinutrientes también aportan nutrientes fundamentales y otros beneficios para la salud, por lo que su papel en la dieta es más complejo de lo que parece.

En estos alimentos están los antinutrientes

El ácido fítico, también conocido como fitato, es uno de los antinutrientes más comunes. Se encuentra principalmente en cereales integrales, legumbres, frutos secos y semillas. Este compuesto puede unirse a minerales como el hierro, el zinc y el calcio, formando compuestos que el organismo no puede absorber. Sin embargo, el ácido fítico no es solo un antinutriente; también actúa como antioxidante y se ha asociado con la prevención de enfermedades crónicas. Técnicas como remojar, fermentar o germinar estos alimentos ayudan a reducir significativamente su contenido.

Las semillas pueden tener antinutrientes
Las semillas pueden tener antinutrientes / Foto: Unsplash

Otro antinutriente importante son los taninos, que están presentes en alimentos como el té, el café, el vino tinto, las legumbres y algunas frutas. Los taninos pueden interferir en la absorción del hierro, especialmente del hierro no hemo (el de origen vegetal). A pesar de ello, también tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Para minimizar su efecto, una solución sencilla es consumir alimentos ricos en vitamina C junto con fuentes de hierro, ya que la vitamina C mejora la absorción de este mineral.

Los taninos están presentes en alimentos como el té, el café o el vino tinto

Los oxalatos son otro ejemplo de antinutriente. Se encuentran en alimentos como las espinacas, las acelgas, la remolacha y el cacao. En personas predispuestas, los oxalatos pueden contribuir a la formación de cálculos renales al unirse al calcio y formar compuestos insolubles. Afortunadamente, cocinar estos alimentos reduce significativamente el contenido de oxalatos, lo que disminuye su impacto en la salud.

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La remolacha contiene oxalatos / Foto: Unsplash

Las legumbres y algunos cereales contienen inhibidores de enzimas, que pueden dificultar la digestión de proteínas al bloquear las enzimas necesarias para su descomposición. Sin embargo, estos inhibidores se eliminan casi por completo con métodos de preparación como el remojo y la cocción. Asimismo, las lectinas, presentes principalmente en las legumbres como las alubias y las lentejas, pueden causar molestias digestivas si no se cocinan adecuadamente. Cocinar las legumbres a altas temperaturas neutraliza casi todas las lectinas, haciéndolas seguras para el consumo.

Como ves, los antinutrientes no representan un problema importante si se lleva una dieta equilibrada y variada. Además, muchos de ellos aportan beneficios adicionales para la salud, como propiedades antioxidantes. Con métodos simples de preparación, es posible minimizar sus efectos negativos y disfrutar de todos los nutrientes que estos alimentos tienen para ofrecer.